El horno crematorio construido en el recinto del cementerio municipal de Mahón ha comenzado a funcionar. Este jueves realizó la primera incineración de un cadáver. Durante los días anteriores se habían realizado pruebas con restos no orgánicos para asegurar el correcto funcionamiento y el control de las emisiones, que dieron un resultado satisfactorio.
Los técnicos constataron que se halla dentro de los parámetros exigidos por la Conselleria de Medi Ambient. La concesionaria del servicio, la funeraria Gomila, ha contratado además una Oficina de Control Ambiental (OCA), Eurocontrol S.A., con sede en Palma, para realizar el seguimiento y mantener un control estricto del funcionamiento.
En este sentido, la concesionaria del servicio a la hora de elegir la tecnología a instalar ha optado por el sistema más avanzado y más restrictivo en el cumplimiento de los parámetros establecidos en la normativa medioambiental. Gracias al mismo se prestar el servicio con las máximas garantías. Según la funeraria, el crematorio de Levante podría acoger dos incineraciones a la semana, evitando tener que ir a Ciutadella.