La semana pasada, a raíz de la celebración de la Jornada de Modernización de la Planta Hotelera, escribí sobre la necesidad de poner en condiciones los establecimientos hoteleros, una necesidad que califiqué de “reto mínimo”. Conformarse con lo mínimo implica con frecuencia descartar proyectos más ambiciosos, más cuando el discurso oficial tiende a interpretaciones parciales de las cifras, parece que más parciales cuanto más positivas son.
El conseller de Turismo y Deportes, Jaime Martínez, ha asegurado que 2014 fue un año “histórico” y que las previsiones para 2015 “son a mejor”. Algunos de los indicadores de los que se sirvió para emitir sus valoraciones fueron el aumento de las pernoctaciones, del gasto media diario y de la estancia media. El primer elemento, el del aumento de las pernoctaciones, es uno de los argumentos que emplean las voces más críticas a la hora de valorar cómo le va realmente el sector turístico en nuestro país.
No en vano, Manuel Figuerola, director del Doctorado en Turismo de la Universidad de Nebrija, afirmaba en el Foro Inturtech 2015, que en “España estamos malvendiendo nuestro producto”. Apoyó esta sentencia en el hecho de que Francia obtiene el mismo gasto turístico que España con la mitad de estancias, o lo que es lo mismo, nuestro país debe esforzarse el doble para obtener el mismo resultado. Es, por tanto, menos competitivo.
Y tal y como alertaba Hilario Alfaro, otro experto, esta falta de competitividad del sector la acabamos pagando entre todos. Los turistas causan presión sobre el medio ambiente y el residente, pues gastan en gestión de residuos urbanos, sanidad, infraestructuras, limpieza de playas y muchas más cosas que pagamos con nuestros impuestos, explicaba Alfaro.
Es difícil encontrar el equilibrio entre el optimismo y la realidad, no cabe duda, tanto, al parecer, como realizar análisis menos complacientes del sector. Sin ellos, será complicado que se detecte la necesidad de abordar los grandes retos a los que se enfrenta el turismo nacional, la competitividad, entre ellos.