2017 se tiñó de rojo en sus primeras horas. A la 1,30 hora de Estambul, un hombre disfrazado de Santa Claus y armado con un arma automática entró en una conocida discoteca en la costa del Bósforo y empezó a disparar. El Ministerio del Interior turco confirma ya 39 muertos, de los que 16 son extranjeros, y 69 heridos.
Por el momento nadie ha reivindicado la autoría de este crimen. Cabe recordar que Turquia fue víctima en 2016 de varios atentados de carácter yihadista.
Tras el atentado el asesino logró escapar del lugar de los hechos y la policía turca está realizando batidas para encontrarle.