Pol Riera, jugador en edad alevín del Sant Lluís, decidió este pasado fin de semana fallar voluntariamente un penalti que se había señalado cuando un futbolista del Sami se encontraba en el suelo, sin que el árbitro ni los “lluïssers” se hubieran percatado.
Con el marcador 1-3 favorable al equipo alevín D del Sant Lluís, entrenado por el delantero Javier Zurbano, y a pesar de que el Sami buscaba con insistencia el segundo gol para meterse en el partido, Pol Riera lanzó la pena máxima floja, lentamente y centrada para que fuera a las manos del portero del equipo ciutadellenc.
Un espectacular gesto, muy deportivo, que le valió el reconocimiento del árbitro, que recompensó al joven jugador con la tarjeta blanca por buena conducta. El hecho se produjo en el partido correspondiente a la séptima jornada de la Copa en el grupo C.
Que pena que en el mundo del fútbol, no aprendan los padres de las lecciones de sus hijos, que se saben comportar mejor que ellos…