La ciencia sigue avanzando para conseguir mayor rendimiento de este proceso que consigue electricidad a partir de los rayos del sol. Aunque el poder térmico del sol también se utiliza en la denominada energía termosolar, que utiliza unas placas en las discurre un líquido que cambia de temperatura gracias a la acción del astro solar. Esta opción se utiliza sobre todo para calefacción de agua sanitaria.
La transformación de luz solar en energía eléctrica se explica gracias a secciones de cristal de silicio. Algunos de los fotones, que provienen de la radiación solar, impactan sobre la primera superficie del panel, penetrando en éste y siendo absorbidos por el silicio. En algunas versiones se está utilizando otro tipo de material como el arsenurio de galio para conseguir el mismo proceso.
Los fotones interaccionan con los átomos y generan un movimiento en el recorrido del panel que supone una energía de carga eléctrica.
En la denominada tercera generación de paneles solares se están utilizando la combinación de materiales que abre nuevos campos en los que se busca aún mayor rendimiento. Actualmente ya superan el 22%. Con cristales minúsculos de silicio combinado con otros materiales, con tintas que suplen a los minerales actuales e incluso con céculas fotoelectroquímicas o de polímeros. El próximo reto de los científicos es conseguir un híbrido que, igual que hacen las plantas con la fotosíntesis, consiga paneles con cultivo de especies vegetales capaces de generar electricidad.
Actualmente China es el mayor productor de paneles solares y éstos han visto crecer de manera exponencial su mercado en todo el mundo.
En todo sistema de paneles hace falta un inversor (o conversor). Es la parte más importante del sistema, donde se gestiona la energía eléctrica en función de la demanda y la producción. Este dispositivo transforma la corriente continua del acumulador en corriente alterna a 220V 50Hz. Entrega la energía necesaria en cada momento. Solicita ayuda a fuentes externas, por demanda excesiva o por protección del acumulador, gestionando la carga de la batería y funcionando en este último caso como cargador.
La energía eléctrica de los paneles, una vez regulada, va a las baterías, que son las que almacenan la electricidad para poder usarla en otro momento.
Finalmente, el regulador de carga. Tiene la función proteger a la batería en caso de sobrecarga o descargas profundas lo que afecta al sistema de almacenamiento minimizando su vida útil.
Evidentemente no olviden las luces o electrodomésticos que deban utilizarla. En caso de luces, mucho mejor si son LED por ser de bajo consumo.
Sería interesante decir que el descubridor de la energía fotovoltaica, es decir, de “convertir” la luz en energía, fue Albert Einstein, y que ganó el Premio Nobel por ello en 1922.
Con el sol que hay en Menorca deberíamos hacer más por ayudar al planeta. Ya no hay impuesto al sol!