El futuro de una relación pactada y afable entre el gobierno de Theresa May y la Unión Europea (Brexit blando) pende de un hilo. Las encuestas inglesas pintan bastos para lo que propuso la primera ministra y ahora, ante un plazo breve de tiempo que se agota en el próximo mes de marzo, son cada vez más lo que apuestan por una versión diferente; el Brexit duro. Eso tendría implicaciones a diferentes niveles y, por lo que se refiere al tráfico aéreo, hay muchas compañías en la picota.
Iberia tiene un accionariado que se decanta por los fondos de inversión ingleses y en el peor de los casos, eso se traduciría en que la flota de Iberia no sobrevolaría como hasta ahora el espacio aéreo europeo. Los costes o restricciones podrían hacer bajar (y mucho) el número de vuelos de la compañía entre nuestro país e Inglaterra.
Vueling entra en esta misma vara de medir. En estos momentos se cuenta desde la compañía con argumentos que podrían demostrar que Iberia es más española que inglesa si nos atenemos a que hay una mayoría de acciones “políticas” en manos del grupo empresarial de la compañía El Corte Inglés. Si ante una tesitura de Brexit duro valdría este argumento o no para mantener el mayor margen de operaciones que tiene hoy en día la compañía es aún un misterio.
En otro lado muy distinto está Air Europa, de Globalia. Ante una salida abrupta de Inglaterra, esta compañía podría aprovechar el momento para consolidar su posición en el mercado nacional y europeo frente a sus competidoras que lo tienen más complicado.
Otras compañías como Ryanair ya han dado pasos para afianzar su negocio como compañía dentro del espacio aéreo británico.
Tener la compañía y pagar los impuestos en uno u otro lado tendrá mucha trascendencia tras la decisión del mes de marzo pero sobre todo tiene en vilo a los pasajeros y a todo el sector turístico. La touroperación va a tener que trabajar en un escenario u otro con la garantía de no perder márgenes de negocio y aún no hay una vía clara de futuro para lo que pueda ocurrir este año con los vuelos y el Brexit.
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