J. L. Llagües
El tremendo éxito cosechado por el biopic de Queen titulado “Bohemian Rhapsody” -con Óscar a Rami Malek incluido- parece haber abierto una nueva moda en la industria cinematográfica. Y la siguiente cinta en coger el testigo tiene una clara conexión con Menorca.
Y es que en “Rocketman”, la película sobre Elton John que ha llegado a las grandes salas, se habla de la Isla. Durante una cena, el artista, su madre y su padrastro hablan de comprarse una casa en Menorca.
Su madre vivió aquí durante un tiempo y el actor la visitó en repetidas ocasiones. La distancia que marcó la relación entre ambos durante algunas épocas de la vida del cantante no es un secreto, y en el metraje se aborda esta cuestión en concreto y se localizan diversas escenas en la Isla.
La gente que recuerda el paso de Elton John y su familia por Menorca explican que su madre tuvo una vivienda en Trebalúger. Otros apuntan a Cala Llonga.
Dirigida por Dexter Flechter y protagonizada por Taron Egerton, “Rocketman” es la historia de un intérprete legendario donde se repasa toda su trayectoria. Así, la sinopsis oficial de la película adelanta que “Rocketman’ es la historia de Elton John, desde sus años como niño prodigio del piano en la Royal Academy of Music hasta llegar a ser una superestrella de fama mundial gracias a su influyente y duradera asociación con su colaborador y letrista Bernie Taupin”. Tiene todos los ingredientes para arrasar en los cines y las primeras críticas parece que ayudan, ya que están siendo bastante positivas.
Una isla que enamora a los músicos más famosos
Y es que Elton John no es sino uno más de los músicos famosos que se han dejado seducir por los encantos de Menorca, pasando largas estancias en la isla. Ian Paice (batería de Deep Purple), Pete Towsend (The Who) -cuya madre también tiene una casa en Menorca- o Eric Burdon (The Animals) son tres de los casos más conocidos, pero hay muchos más. Mike Oldfield no dudó a la hora de usar una foto de Cala Pregonda en la portada de su disco “Incantantinos”, por ejemplo. La isla engancha y el mundo de la música no duda en disfrutar de estancias entre sus cuatro rincones.