Los efectos del coronavirus se dejan sentir también en Menorca, pero de forma muy atenuada. De entrada hay algunos residentes en la Isla de nacionalidad china a quien el estallido de la epidemia les ha cogido de vacaciones en su país de origen. Debido a que ahora necesitan un certificado sanitario para poder volar y regresar algunos de ellos están teniendo problemas para hacerlo.
Otro de los efectos de la enfermedad es que todos los vuelos con Extremo Oriente se están resintiendo y la gente de la zona, incluso de países diferentes a China, rechaza moverse por razones de seguridad. Esto ha motivado que algunos comerciales que debían desplazarse a Menorca para concretar algunas exportaciones a Asia hayan demorado su viaje.
Por otro lado y a nivel más general se calcula que cada hora aterrizan en España 100 ciudadanos de la República Popular de China que se gastan 1.000 euros cada uno lo que supone una importante inyección económica.