“1) El turismo no puede ser una commodity cuya única motivación de compra sea el precio. En este caso, siempre saldremos perdiendo frente a otros destinos de nuestro entorno mediterráneo. 2) Es un riesgo para Menorca que el turismo asuma en solitario la responsabilidad de ser el motor económico de la Isla, y 3) Asentemos el crecimiento futuro de Menorca utilizando las herramientas de la innovación, la digitalización, el pacto verde y el emprendimiento”. Estas son las reflexiones que el Cercle d’Economia de Menorca aporta para el futuro del sector turístico aunque considera que, en general, en la isla “el descalabro económico tendrá tintes dramáticos. Y no exageramos”.
Desde el Cercle destacan que “la decisión injustificada del Reino Unido de exigir la cuarentena a todos los viajeros procedentes de España, ha sido la puntilla que ha echado por tierra las pocas esperanzas que aún existían de salvar “in extremis” la temporada”. Y critican que “desde el minuto uno en que se detectaron los primeros contagios comunitarios, tenía que haberse puesto en marcha a nivel nacional una campaña potente y proactiva para contrarrestar el impacto negativo de los rebrotes. No se hizo con la intensidad que el caso requería y ahora pagamos las consecuencias”.
Consideran que “perdida definitivamente la temporada, en el corto plazo, el objetivo no puede ser otro que salvar el tejido productivo y no dejar a nadie en la cuneta. Muchas de las actividades del sector turístico hacen un uso intensivo de capital, mano de obra y conocimiento, que si se pierde, será irrecuperable en el medio plazo. En este sentido, la prolongación de los ERTE, todo el tiempo que sea necesario, debe ser una prioridad para el Gobierno que deberán acompañarse de otras medidas de carácter tributario y fiscal“.