Recuperar el sistema artesanal de producción de sal y mantener y mejorar los elevados valores ambientales de este área natural de especial interés, son los objetivos del acuerdo de custodia agraria que han firmado los propietarios de las salinas de la Concepción y el GOB.
En el fondo del puerto de Fornells, también llamadas Salinas Nuevas, se encuentran las instalaciones que se construyeron en el siglo XIX para producir sal en Menorca. Fueron las últimas que se mantuvieron en funcionamiento en la isla, hasta los años ochenta del siglo pasado, cuando se abandonaron.
La propiedad anterior a la actual hizo unas pruebas de producción y los nuevos propietarios quieren hacer la recuperación completa de estas salinas que muestran deterioros importantes.
Las salinas eran unos espacios muy bien diseñados para extraer sal aprovechando las alturas y bajadas del mar y la energía del sol. El sistema consta de una serie de balsas que sirven para ir calentando lentamente el agua y aumentando la concentración de sal por evaporación. Cuando ha hecho todo el circuito se llega a los cristalizadores, donde se recoge la costra de sal que se forma en superficie, llamada flor de sal.
Estos tipos de salinas artesanales han acogido tradicionalmente una rica fauna, especialmente ornitológica. Las diferentes condiciones que ofrecen las instalaciones, como las primeras balsas con peces, con zonas de barro donde se desarrollan invertebrados, con espacios adecuados para nidificar, hacen que sean unos lugares de alto valor natural.
Con la puesta en marcha de la industria del frío, muchas salinas perdieron viabilidad y se abandonaron. Esto ha afectado negativamente a las especies que las usaban habitualmente.
Actualmente hay diferentes proyectos en todo el Mediterráneo para ir recuperando estos espacios, para que puedan seguir realizando la función de puntos de alimento, descanso y reproducción de muchos pájaros que se trasladan en migración. Las experiencias muestran que, cuando la recuperación se hace con criterio, los resultados ambientales son muy buenos.
Este año ya se ha realizado un primer inventario de nidificantes, para poder monitorizar la evolución de esta zona de gran belleza paisajística.