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El menorquín que salvó la vida del general William Washington

Los descendientes del general, primo segundo de George Washington, mantuvieron que Jordi Farragut, el padre del famoso Almirante David Farragut, fue clave en la batalla de Cowpens

Jordi Farragut acabó llamándose George
Jordi Farragut acabó llamándose George
El cuadro se le atribuye a William Swain y está en el Smithsonian

Jordi Farragut Mesquida nació en Ciutadella y fue bautizado en septiembre de 1755. En aquel entonces Menorca era británica. Siendo aún muy joven fue a Barcelona a estudiar para convertirse en marino mercante y viajó hacia América donde no tardó en sumarse a las fuerzas independentistas contra los casacas rojas.

Farragut tenía entonces apenas veinte años y lo primero que hizo fue contrabando de armas a favor de los sublevados. Después se alistó en el ejército estadounidense y según las crónicas que existen aparece en las peores batallas y siempre en primera línea. La batalla de Savannah, una de las más grandes derrotas de los americanos, la vivió a bordo de un barco del que no abandonó su cubierta hasta que (así quedó escrito por él mismo) “estaba a rebosar de muertos y moribundos”.

También lucha en el sitio de Charleston, desastroso también para los sublevados americanos, donde el caos fue tal que Farragut tuvo que trasladar los cañones de su barco a tierra firme, para combatir desde allí aunque esta maniobra fue infructuosa y, a resultas de ello, le hicieron prisionero. Una vez liberado, otra desgracia lo marcaría para toda la vida: una profunda herida en el brazo dejaría éste inútil para siempre. Aunque fue en este estado, con un solo brazo útil, que Farragut debió salvar la vida del primo segundo del primer presidente de Estados Unidos George Washington.

Esto sucedió en la batalla de Cowpens. Ganaron los americanos. Según el historiador Marshall Delancey, entre los descendientes de Washington siempre se ha dicho que Farragut le salvó la vida; y en parte esta creencia se confirma gracias a los relatos publicados de la batalla, ya que afirman que el Coronel Washington fue rescatado de un encuentro peligroso por un sargento (del que no se da el nombre) y por un corneta llamado Ball. Este sargento podría ser Farragut, ya que él y Washington iban juntos en la caballería.

En las notas biográficas propias o ajenas, nos queda un retrato de Jordi (George) Ferragut bien preciso. Estuvo luchando contra los cherokees, llevó mensajes de correo a caballo cruzando campo enemigo a expensas de perder la vida o que le atraparan (y eso cuando ya solo tenía un brazo útil). Alguna crónica de la época habla de él en estos términos: “Era un hombre bajo y fornido, muy valiente y divertidísimo, que decidió casarse con una criada vieja y anunció el acontecimiento con una carta muy típica de él que decía; Querido Willie: Estoy casado y mi esposa se llama Shine y, por Dios, brilla donde quiera que vaya”.

En el ocaso de su vida, el ejército, viendo su precario estado de salud, decide prescindir de sus servicios y negarle la paga que lo mantenía. Indignado, Farragut escribe entonces una carta dirigida al secretario de marina William Jones, titulada ‘Memorial Of George Farragut‘ donde reclama un retorno al servicio y la paga. Es una carta donde hace un repaso extenso a su vida, una vida al servicio del ejército de Estados Unidos.

La carta no hizo el efecto necesario y Farragut, padre del héroe militar, murió abandonado por el ejército. Escrita en 1814, la carta quedó enterrada en los archivos durante más de un siglo, hasta que en 1929 el historiador local Samuel C. Williams la encontró e hizo públicos algunos extractos. Finalmente, en 2007, Robert L. calas, la hizo publicar entera del todo en el número 79 de la revista The Journal of East Tennessee Story.


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