Si hay un torneo que seduce a Sergio Llull ese es la Copa del Rey. La ha ganado hasta en seis ocasiones desde su llegada al Real Madrid, allá por el 2007. Por eso esta semana, cuando la competición ya vela armas antes de su celebración a partir del jueves en el Wizink Center, el jugador menorquín vive unos días especiales.
El director de juego de Maó se estrenará con un duro partido. El base menorquín, que el pasado domingo tuvo descanso en la liga ACB ante el Estudiantes, se medirá el jueves al Valencia Basket (21.30 horas) en la eliminatoria de cuartos de final.
Un partido de alto voltaje por una plaza en semifinales. El ganador se enfrentará al equipo que logre pasar ronda del encuentro entre el Tenerife y el San Pablo Burgos, dos de los equipos más en forma de la liga ACB. Así que el camino del Madrid no será nada sencillo.
“Nos llevamos el derby, tiempo de Copa”, anunció Sergio Llull en sus cuentas de redes sociales a poco de abatir al Estudiantes el pasado domingo. Sabe el mahonés que ha llegado uno de los momentos más especiales de la temporada. Llull ha ganado este torneo 2012, 2014, 2015, 2016, 2017 y también el año pasado.
Especialmente recordada será siempre la edición de 2014 en Málaga, cuando un tiro de Sergio Llull en el último segundo de la final ante el Barça dio el triunfo al Real Madrid. Una canasta memorable que puedes rescatar en este vídeo del último minuto del enfrentamiento.
Ahora, y a sus 33 años, Llull llega a la cita con un Madrid tocado por las lesiones y por la importante baja que ha sufrido tras la marcha de Campazzo, pero con el gen competitivo que ha inculcado Pablo Laso en los últimos años desde su llegada al banquillo blanco.
El Real Madrid, a pesar de todos sus contratiempos, lidera la liga ACB. Igualmente, equipos como el Baskonia llegan también en un gran momento de forma, aunque la gran mayoría señala al Barça de Nikola Mirotic como la gran referencia para adjudicarse el título.
… yo voy con el Barça, claro… el hecho de que Sergi escogiese mal su club y se fuera al real madrid, no es razón suficiente para seguir la progresión del menorquín en ese penoso club… aunque entiendo que, vistas la preocupante falta de alegrías con su división futbolera, los madridistas se vuelquen con el baloncesto