El grupo ecologista GOB de Menorca pide no molestar a los cetáceos marinos que se acercan a la costa menorquina. En un comunicado en las redes sociales, los conservacionistas alertan del peligro de no mantener las distancias con estos animales marinos de gran tamaño. También señalan cómo deben observarse en caso de un encuentro fortuito con ellos. Este aviso llega después del avistamiento de rorcuales cerca de la costa isleña a principios de semana.
El GOB explica que el rorcual común, la segunda ballena más grande del mundo. Este cetáceo, que puede llegar a hacer 27 metros de largo y pesar más de 70 toneladas, está catalogada como especie en peligro de extinción debido a la caza indiscriminada que sufrió durante años.
Si al navegar hay un encuentro debe realizarse una observación pasiva. Los mamíferos marinos son animales curiosos y se podría dar el caso que si se apaga el motor de la embarcación, ellos mismos se acerquen a investigar.
En el caso de los cetáceos, existe una ley, Real Decreto 1727/2007, de 21 de diciembre, por el que se establecen medidas de protección que prohíbe acercarse a estos animales por detrás o por delante. Si se hace por un lateral, la ley dice que tenemos que dejar una distancia mínima de 60 metros.
Hay que pensar que estos animales están adaptados a vivir debajo del agua, donde el sonido se transmite cuatro veces más rápido y con más intensidad que en el aire. Por eso el ruido de las barcas de motor los puede estresar. Otro motivo para no acercarse es que la hélice de las barcas les podría herir cuando salen a respirar.
Otra advertencia es que en caso de que los animales tengan algún problema hay que avisar a expertos y no tratar de arreglarlo por nuestra cuenta ya que se trata de animales de gran fuerza que podrían causar daños a la embarcación y a quien vaya en ellas.