Según publicaba el Informe del Mar Balear de la Fundación Marilles, los datos que recogen las estaciones de Marsella y Barcelona muestran que existe una aceleración en el aumento del nivel del mar. Esto podría afectar a las playas de Menorca, haciendo que se reduzca a la mitad su superficie (según qué playa). Los datos hablan de una proyección de entre 7 y 50 metros en los próximos 80 años. Equivaldría a un aumento del nivel del mar de entre 57 y 75 centímetros.
Ante estos datos, toda la comunidad entiende de la necesidad de mantener varias acciones como utilizar boyas de amarre que impliquen un bajo impacto ambiental, proteger la posidonia, fomentar la ciencia ciudadana marina y seguir con los programas de recogida de residuos en el mar.
El análisis que hace la Fundación Marilles respecto al fomento de la educación ambiental apunta como principales barreras; la falta de personal, de tiempo, de recursos económicos. Pese a ello, el 69% de las entidades consultadas (92) se mostraron interesadas en fomentar la educación ambiental marina. En comparación con el resto de las islas, Menorca muestra un mayor porcentaje de demanda respecto a la oferta.
Con el impulso del Decreto de posidonia se impulsó el Servicio de Vigilancia, que vigila los fondeos. En Menorca en 2020 se promovieron 421 actuaciones de cambio de fondeo al ser éste indebido, lo que supone un 7,8% menos actuaciones que el año anterior. Las embarcaciones que han recibido asesoramiento sobre el fondeo en Menorca son de más de 25 metros de eslora.
En Menorca, las boyas ecológicas se sitúan en la Illa del Colom y la Bahía de Fornells. En S’Algufera d’es Grau la gestión corresponde a la asociación de vecinos.
El trabajo de los voluntarios (observadores del mar) que comparten sus observaciones científicas a la flora y fauna marinas también da sus frutos. El ejemplo es que el Canal de Menorca es el tercer espacio con más aportaciones a este proyecto.
Los servicios de recogida de residuos en el mar muestran que en Menorca se obtienen un 20% del total de las islas. El plástico (50%) sigue siendo el principal contaminante que se recoge, seguido de maderas y derivados (30%). El informe del mar balear apunta que las embarcaciones de tipo litoral (Pelicà) fueron las más eficientes mientras patrullaron las costas (2004-2010) por la cantidad de residuos que recogieron.
