La ansiedad es una respuesta frecuente a situaciones estresantes de la vida y provocadas generalmente por problemas económicos, laborales o situaciones diversas como enfrentarse a una mudanza o un divorcio entre otros. No es más que un mecanismo de defensa de nuestro cuerpo para ponerlo en “modo alerta” ante lo que considera una amenaza. Por ello, es normal que la mayoría de las personas lo experimenten menos una vez en la vida.
¿Pero cuáles son los síntomas que pueden indicarnos que estamos ante esta situación?
Los más habituales son:
– Síntomas físicos como temblor de manos y cuerpo, dolor en el pecho, sudoración, palpitaciones o insomnio.
– Preocupación excesiva que no se puede controlar y que nos impide concentrarnos e incluso ejecutar las tareas cotidianas, siempre y cuando esta preocupación se mantenga en el tiempo al menos durante seis meses.
– Irritabilidad frecuente.
– Cansancio continuo.
– Sufrir fobias que antes no se tenían, sea hacia personas, animales o situaciones como coger el transporte público o ir a lugares muy concurridos.
Para reducir la ansiedad hay actividades que pueden ayudar, como practicar deporte, hacer meditación, dejar de fumar, dejar la cafeína o llevar una dieta saludable. Si los síntomas son más graves, lo mejor es acudir a un especialista que indique el mejor tratamiento a seguir.
.- Este es un artículo de Eva Remolina y AMIC para Menorcaaldia.com