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¿Cómo nos afecta la Navidad?

Más allá del espíritu de estas fiestas, del auge del consumismo o de la llegada del frío, los psicólogos analizan cómo afecta a nuestro comportamiento

No le gusta a todo el mundo
No le gusta a todo el mundo
Foto: Pixabay

Da la impresión que la Navidad tiene a tantos defensores y detractores como circunstancias vivimos en estas fechas señaladas. Los motivos pueden ser variados y los psicólogos han determinado algunas pautas de comportamiento diferentes, según la circunstancia de cada cual, cuando llegan estas fechas.

En un lado de la balanza hay los que consideran que ésta es una época feliz, familiar y divertida, pero luego hay personas que la viven de forma distinta. Una sobrecarga de ostalgia, tristeza, frustración, estrés e incluso dolor. Sin duda es un momento del año donde experimentamos más emociones.

Si nos atenemos a la venta de ansiolíticos veremos que muchos de ellos se venden en esta époco y tiene varios posibles motivos. Desde el cierre de los temas laborales del año. la asistencia a las reuniones, comidas y cenas de empresa, las compras de regalos y suministros para las celebraciones y reuniones en casa. Todo este tipo de circunstancias alimentan el estrés y eso no nos beneficia en nada. Los expertos aseguran que no debemos presionarnos con la idea de que durante Navidad todo el mundo debe estar feliz, y que si no lo estamos, debemos esforzarnos para estarlo. En realidad, debemos aceptar nuestro estado de ánimo, a la vez que procuramos adaptarnos a la situación lo mejor que podamos.

Si cuando llega la Navidad nos sentimos especialmente negativos, es bueno que atendamos a esta señal para plantearnos hacer un cambio. Entonces, podremos ver esta época del año como un momento oportuno para intentar ver las cosas que nos hacen daño de otra manera, intentar comprendernos mejor y gestionar esas emociones que sentimos, a la vez que nos damos la oportunidad de sentirnos bien. Se trata de relativizar lo que estamos viviendo.

Será interesante tomar acción en nuestras vidas, no quedarnos al margen viendo pasar los días como meros espectadores. Según los psicólogos, el estado de ánimo no depende de nadie más que de nosotros mismos y la parte positiva de ello es que tenemos un papel activo. Debemos tenerlo. También recomiendan vigilar y mejorar el tipo de pensamientos que tenemos. Si asociamos la Navidad a algo triste, nuestros pensamientos irán en esa misma dirección, y ocuparán nuestra mente grises.

Las emociones en Navidad pueden ser muy diversas y, a veces, pueden ser ambiguas para una misma persona, llevándola a tener sentimientos encontrados. Sin embargo, podemos disfrutar de la familia y amigos, como en cualquier otra fecha. Sin presionarnos, ni obligarnos a estar felices, ni hacernos daño con pensamientos negativos.


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