La afición del CCE Sant Lluís logró este fin de semana uno de los reconocimientos más difíciles de conseguir y de ahí su gran valor, una tarjeta blanca. Se la enseñó el árbitro Óscar Serra en el partido disputado en Sant Bartomeu entre el Ferreries y el At. Sant Lluís de la Copa Menorca, grupo 1, para benjamines de primer año.
La tarjeta blanca la muestran los árbitros cuando detectan un hecho de gran deportividad. Ya es rara ver como la aplican a un jugador o a un integrante de un equipo, pero aún es más extraño que se muestre a una afición.
En este caso los aficionados del Sant Lluís no dudaron en aplaudir las buenas jugadas de todos lso jugadores, fueran del equipo que fueran, interesarse por si algún pequeño se había hecho daño en algún lance del choque y destacar la labor del colegiado que explicó a los pequeños las faltas cometidas para que no las repitieran.
El resultado fue de 3-1 para los ferrerienses aunque lo mejor fue el ejemplo dado por la afición en un campo de fútbol formativo.