La Semana Santa tiene un cierre especialmente dulce. El lunes de Pascua tradicionalmente los niños reciben de sus padrinos la mona. Este pastel lleva siempre una decoración de chocolate. En un principio sólo se ponían huevos de caco, pero con el tiempo evolucionó y cada vez es más frecuente ver construcciones a base de chocolate más elaboradas. A ello se le añadió la posibilidad de usar otros elementos de decoración como las figuras de plástico con motivos infantiles. Los pequeños acaban con un objeto con el que jugar mientras los mayores también disfrutan de este postre tradicional. Una vez más las imágenes de personajes de animación y relacionadas con el fútbol son las más demandadas por los niños a sus padrinos que siempre procuran no fallar en estas peticiones. Hasta el lunes hay tiempo para comprar el sueño de cualquier ahijado. |