El voto del Reino Unido en junio de 2016 a favor de salir de la Unión Europea abrió un nuevo escenario para la economía británica y para el sector turístico español que recibe cerca de 16 millones de turistas británicos al año.
La economía del Reino Unido se ha ido ralentizado desde el referéndum (del 2,4% en 2015 al 1,4% en 2018). Este menor dinamismo conllevó, de manera directa, una reducción del poder de compra de los ciudadanos británicos, tanto en sus compras domésticas como en sus salidas al exterior. Así la demanda turística de los residentes en el Reino Unido se ha visto ralentizada desde mediados de 2016.
El informe de CaixaBank asegura que de cara a los próximos trimestres, las perspectivas de la economía británica en general y de la demanda turística británica en particular seguirán condicionadas por la evolución y el desenlace del ‘Brexit’.
En este sentido, la ratificación de un acuerdo sobre el ‘Brexit’ evitaría una salida abrupta de la UE y ayudaría a disipar cierta incertidumbre a corto plazo, “si bien ello no garantiza que se mantengan los vínculos actuales entre la UE y el Reino Unido a medio y largo plazo”. Concretamente, después del ‘Brexit’ se abrirá un largo proceso durante el cual ambas partes deberán trazar los detalles de su futura relación.
Podría haber por tanto dos escenarios posibles. En el más favorable el Reino Unido ratificaría el Acuerdo de salida negociado con Bruselas, y se implementaría un periodo de transición relativamente prolongado, durante el cual ambas partes negociarían una relación futura lo más estrecha posible.
En este caso, el servicio de estudios CaixaBank estima que el impacto sobre los flujos de turistas británicos sería positivo y que las visitas a España aumentarían en unos 800.000 (un 4,9%) en el acumulado hasta 2023.
Un segundo escenario, menos favorable que el anterior, contempla una relación comercial futura con la UE menos estrecha. En particular, tras el periodo de transición, se introducirían controles fronterizos y mayores barreras regulatorias, lo que conduciría a una ligera caída del PIB a medio plazo (-0,75%). En este caso, sus estimaciones indican que el impacto sobre los flujos de turistas británicos hacia España sería inapreciable: las visitas de británicos disminuirían en aproximadamente 150.000 (un 1,0%) hasta 2023.
Los otros dos escenarios contemplan la posibilidad de que el Reino Unido y la UE no lleguen a alcanzar un acuerdo y que el comercio entre ambos se rija por las normas establecidas por la Organización Mundial del Comercio (con aranceles y barreras no arancelarias al comercio, y con controles fronterizos). Ambos escenarios contemplan una fuerte depreciación de la libra (de entre el 15% y el 25%, según la severidad del escenario). De producirse cualquiera de estos escenarios, CaixaBank estima que el impacto sobre los flujos de turistas británicos hacia España sería significativo y negativo, y que oscilaría entre el 13,8% y el 22,7% en el acumulado hasta 2023.
VUELOS MÁS CAROS Y MENOR MOVILIDAD
Por tanto, desde el servicios de estudios económicos se advierte que el impacto del ‘Brexit’ sobre el sector turístico dependerá, en gran parte, del tipo de relación comercial que se establezca entre el Reino Unido y la UE.
No obstante, la sensibilidad del turismo británico en cada uno de estos escenarios puede amplificarse o reducirse en función de ciertas disposiciones institucionales que terminen acordándose, dado que pueden generar pérdidas de competitividad para el sector turístico europeo.
Entre estas disposiciones, destaca el acceso del Reino Unido al espacio aéreo común europeo, dado que sin él es probable que los precios de los vuelos entre el Reino Unido y el continente aumenten (ante la menor competencia).
Asimismo, si no se alcanza un ‘Brexit’ suave, podrían introducirse medidas especialmente costosas para los turistas británicos, como la pérdida de cobertura sanitaria gratuita en la Unión y restricciones a su movilidad (incluyendo controles fronterizos y requisitos de visado para viajar a la UE).
El informe concluye que “un acuerdo entre ambas partes que minimice la incertidumbre y garantice una transición ordenada hacia un nuevo modelo de relaciones comerciales sin barreras innecesarias conseguiría mitigar buena parte del impacto”.
“Con todo, durante los próximos meses, es probable que la niebla del ‘Brexit’ mantenga el ritmo de actividad económica en el Reino Unido contenido y a la libra británica, volátil. Y, en este contexto, es de esperar que el turismo británico siga resintiéndose de los efectos del ‘Brexit’ y que mantenga un menor dinamismo que el observado en los años previos al referéndum”, concluye el informe.
… curioso que a los británicos que se quieren escindir de la Unión muchos les deseen lo mejor y que les sea leve, otros que allá ellos y que se lo hubiesen pensado mejor porque su libra caerá y tendrán problemas para circular, y otros que tienen razón en irse porque la burocracia europea es un agobio… pero nadie se cuestione que se vayan por decisión propia… ahora bien… no hablemos de Catalunya, nooooo de eso ni se contempla siquiera decir ni mú… presos políticos y exiliados mediante, corramos un tupido Brexit y que los árboles no nos dejen ver el bosque, que es de lo que se trata