Aunque la noticia se esperaba, la suspensión por segundo año consecutivo de las fiestas de Sant Joan ha decepcionado a muchos menorquines. La normativa sanitaria motivada por la pandemia que impide celebraciones multitudinarias y masivas ha obligado al ayuntamiento y al Caixer Senyor a tomar una resolución que es imprescindible para “mantener y garantizar una estabilidad de la temporada turística”.
Sin embargo, aunque los actos protocolarios de las fiestas no podrán tener lugar, el Ayuntamiento planteará a la ciudadanía la posibilidad de disfrutar de un mes de junio con actividades alternativas, mediante una serie de propuestas culturales, para mantener vivo “l’esperit santjoaner” de la ciudad, y dinamizar la vida social y económica, siempre con la garantía de cumplir y respetar las medidas sanitarias del momento.
Además, el Ayuntamiento considera necesario que el presupuesto que no se invertirá en la celebración de las fiestas sea destinado a ayudas para los sectores económicos afectados muy directamente por la pandemia, en colaboración con el Consell de Menorca y el Govern balear.
… ni un euro de ese presupuesto debe ir a la secta religiosa católica… que ni son cultura ni merecen apropiarse nada, que bastante chuclan ya a la sociedad en tiempos de normalidad, no vayan ahora a aprovechar para pedir otra vez… ítem más cuando el componente religioso es meramente una excusa residual en nuestras fiestas