Aunque aún queda bastante trabajo por hacer en este sentido, Menorca sigue inspirando a los cineastas como localización. A los ejemplos, y sólo por citar algunos de los más recientes, del realizador sueco Andrej Landin, de ‘Ardara’ con el protagonismo de Macià Florit o de la propia ‘Isla bonita’ de Fernando Colomo, se le añade ahora otro largometraje, parcialmente rodado en la isla.
Se trata de ‘Un trabajo y una película’, film que dirige el catalán Xavier Martínez coproducido por Esdeveniments Ludovit y la productora Aved, y que cuenta con la participación de conocidos actores, procedentes muchos de ellos del mundo teatral, como Pablo Rosal (protagonista), Oriol Genís, Rosa Serra, Xavier Pujolràs y Maria Pau Pigem.
Este largometraje, de producción independiente y que no es una película al uso, parte inicialmente del texto teatral ‘Un trabajo’ de Pablo Rosal, quien, junto a Xavier Martínez, son los autores del posterior guión cinematográfico. De hecho, son ambos artistas los que fundaron en 2007 el grupo poético Esdeveniments Ludovit que ahora coproduce la filmación, un grupo, por cierto, que, aseguran, nació “a caballo entre Terrassa y Barcelona, en Menorca para ser exactos”.
La idea principal del guión llega a partir de la visión de que hoy en día, ya sea a través de Internet, de los móviles o del periodismo, por ejemplo, el mundo de la imagen está tan usado, incluso maltratado, que ha perdido capacidad para explicar las cosas. Lo que intenta esta película, afirma su director Xavier Martínez, es plasmar esta realidad y ver cómo pueden devolverle a la imagen su pureza. Y es aquí donde aparece Menorca.
Y es que la isla es vista por el realizador de ‘Un trabajo y una película’ como un espacio natural que aún aporta esa parte de ‘pureza’ y, también, como una buena localización para ligarlo con la parte ancestral del tema, a través de sus monumentos megalíticos que, en este sentido, “nos sirven para apuntar simbólicamente a los inicios de la civilización”.
Si el rodaje en Menorca se ha realizado durante la semana pasada, ahora el equipo que dirige Xavier Martínez debe filmar entre Barcelona, la comarca del Berguedà, el Parc Audiovisual de Catalunya y Terrassa, así como también algunas secuencias en los Monegros, para contrarrestarlas, precisamente, con las grabadas en la isla, previendo finalizar ese rodaje a mediados de abril. Aunque es una película que, por su lenguaje, está destinada a moverse sobre todo por festivales, el largometraje podría llegar también a las salas más comerciales a partir de septiembre.