Hace solo unos días conocíamos el caso de Raquel Monreal que, debido a una suma de errores de la compañía eléctrica que le suministraba la corriente eléctrica, se encontró con una deuda imposible de satisfacer en los plazos que le imponían, con el consiguiente corte en el suministro.
El reenganche suponía un nuevo gasto a sumar a la deuda. Todo ello después de que se hubieran pactado verbalmente unas condiciones para fraccionar la deuda que no se cumplió.
Frente a tales despropósitos, Raquel ha comentado que varias personas se han puesto en contacto con ella explicando situaciones similares.
El denominador común es una gran compañía de suministros (luz, agua, teléfono) que subcontrata a otras empresas que dan la cara, o a veces simplemente ponen la voz al otro lado del teléfono, para atender las quejas o los problemas que puedan surgir. La matriz de la empresa difícilmente llega a comparecer frente al consumidor final y los problemas, en muchos casos, persisten hasta que el reclamante se cansa.
Para evitar que esto siga ocurriendo, ahora se están estudiando fórmulas para crear en Menorca una Plataforma que defienda los intereses de los consumidores frente a grandes empresas suministradoras de servicios.