En lo que respecta al film (tranquilos que aquí no hay spoilers) Abrams ha sabido recuperar la esencia de la trilogía original. El 'look' del film es el de un western de aventuras como en el Episodio IV y V. El ritmo es frenético desde el inicio con apenas un par de momentos (breves) para tomar aire de cara a enlazar otra montaña rusa de emociones.
En el lado positivo cabe señalar también que los nuevos actores que se introducen en la saga encajan bien. Hay numerosos guiños a la trilogía original lo que agradecen los seguidores más acérrimos. Por último nos reencontramos con viejos conocidos como Han Solo, Leia Skywalker, Chewbacca (no desvelaremos si aparece Luke), R2D2 y C3PO.
No tan positivo es la falta de una partitura más potente por parte del maestro John Williams. El gran compositor sólo se destaca cuando retoma viejas piezas de la saga para acompañar momentos puntuales. Tampoco los dirigentes del Primer Orden ofrecen un aspecto tan amenazador como en su día fueron Darth Vader, Darth Maul, el Emperador Palpatine o Grand Moff Tarkin y todos sus clones. Acaso se salva Kylo Ren.
El veredicto del público fue claro: aplausos a la conclusión de la proyección y muchos comentarios a la salida del cine. La gran mayoría elogiosos.
La magia de La Guerra de las Galaxias ha regresado y desde ya se puede ver en el cine.
