Desde Ciudadanos creemos que los idiomas deben servir para la libre comunicación, el intercambio de ideas y el entendimiento entre las personas, y no para la división, el marcaje o la desunión.
Esto ha sido así, afortunadamente, en Baleares durante siglos y es parte de la herencia de convivencia y bienestar que nos ha sido legada por nuestros mayores. Quienes llegaron a Menorca han acabado por hablar en menorquín y quienes tuvieron que irse pudieron entenderse sin problemas en español en otros muchos lugares.
Nunca, hasta que han sido promovidos de forma artificial e interesada por parte de algunos, habían existido problemas en este sentido en nuestro entorno. Siempre nos hemos entendido perfectamente en una lengua, la otra o las dos.
Esta natural convivencia lingüística propició la conservación del menorquín, además de permitirnos, mediante el español, transmitir a comunidades más amplias nuestras experiencias, conocimientos y opiniones.
Esta relación, armónica y natural hasta el momento, peligra en manos de aquellos que pretenden imponer sus criterios políticos a la realidad para sacar provecho del desacuerdo y la desunión.
Desde Ciudadanos rechazamos abiertamente la creación de una polémica que sólo persigue hacer de la lengua un elemento de desencuentro, una herramienta de discriminación, un instrumento de ingeniería social al servicio de políticas de colonialismo cultural o de mero clientelismo político.
No creemos que deban excavarse falsas trincheras políticas. Desaconsejamos las imposiciones, las multas, los vetos y la discriminación en general. Porque quienes creemos en la igualdad de derechos de todas las personas creemos que se puede confiar en el sentido común y la capacidad de convivencia que ha mostrado hasta ahora y desde siempre la sociedad balear.
Consideramos, por todo ello, una insensatez la imposición de un “certificado de catalán” como condición para el acceso al empleo público en el servicio de salud. Entendemos que se trata de crear, de forma forzada y partidista, un problema en realidad inexistente en un terreno particularmente sensible, la salud pública.
El personal sanitario ha de ser seleccionado, lógicamente, en virtud de su capacidad profesional. Debemos evitar todo otro criterio que nos encaminaría por la senda de las preferencias, políticas, raciales o personales, es decir hacia la discriminación.
Desde Ciudadanos estamos por la convivencia sin conflictos lingüísticos. Desde Ciudadanos rechazamos que haya ciudadanos de primera y de segunda dependiendo del idioma en que se expresen. Desde Ciudadanos estamos por el entendimiento que ha existido desde tiempos inmemoriales. Desde Ciudadanos no estamos por las trincheras. Desde Ciudadanos estamos por una sanidad pública de primer nivel, con buenos profesionales que se expresen en español o en balear o en ambos idiomas siempre con voluntad de entender y de hacerse entender. Desde Ciudadanos no estamos por la ingeniería social catalanista. Desde Ciudadanos no estamos por insensateces. Por todo ello desde Ciudadanos rechazamos de plano la exigencia de un certificado de catalán para ejercer como personal sanitario en el Ib-Salut, y en general de la exigencia de un certificado de catalán como requisito para acceder al empleo público.