El vicepresidente del Govern y conseller de Turisme, Biel Barceló, ha comunicado este miércoles a la ejecutiva de Més que presenta su dimisión en el cargo ante el partido y ante la presidenta del Govern, Francina Armengol.
Así lo ha anunciado la coportavoz de Més per Mallorca, Bel Busquets, tras una ejecutiva que ha durado varias horas, tras la polémica por un viaje del vicepresidente a Punta Cana pagado por una empresa privada.
Busquets ha asegurado que “no ha habido lugar” a que el partido pidiera su dimisión porque Barceló la ha comunicado ante la ejecutiva del partido. De la misma manera, ha hecho saber que se lo había transmitido a la presidenta Armengol. La coportavoz cree que esta decisión “le honra” porque “ha asumido responsabilidades una vez más”, y ha reconocido su trayectoria política. Ha evitado contestar si en el caso de no haber presentado la dimisión, hubieran pedido la aplicación del código ético.
Mantiene que la vicepresidencia del Govern “es de Més” y que se valorará quién le sustituye. Ante la posibilidad de que fuera la también consellera y compañera de partido Fina Santiago ha dicho que “aún no está decidido”. En estos momentos, se abre un periodo de negociaciones entre PSIB, Podem y Més, los partidos firmantes de los Acords pel Canvi, en el que se deben poner nombres a la persona o personas que ocuparán la Consellería de Turismo y Vicepresidencia.
usquets ha mantenido que no han pedido la dimisión de Barceló, si bien a lo largo de este miércoles han sido numerosas las voces de relevantes políticos de Més per Mallorca los que han criticado de forma más o menos velada el viaje “privado” al Caribe sufragado por Globalia.
En las horas previas a la dimisión de Barceló, Fina Santiago manifestó en la Cadena SER que “por mucha ilusión que te haga ir con los colaboradores del programa en el que participas, eres cargo las 24 horas y por responsabilidad no lo puedes aceptar”. El alcalde de Palma, Toni Noguera coincidía con Santiago: “es verdad que no se tienen que aceptar nunca este tipo de regalos”. Y más claro era Miquel Ensenyat, el presidente del Consell de Mallorca que advertía: “vamos a tomar todas las decisiones que sean necesarias”, al tiempo que reconocía que la situación era “tensa”.
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