Después de cerrar la sede que se ubicaba en en centro de Maó, Correos ya ha abierto las puertas de su nueva oficina en la que se ofrece mayor espacio para la atención al cliente, una atención más personalizada y mayor agilidad en los procesos.
En esta nueva sede se ha implantado la figura del “embajador postal”, un empleado que orienta al cliente desde su llegada a la oficina, para detectar sus necesidades, ofrecerle las soluciones de Correos y ayudarle en lo que necesite.
El nuevo espacio dispone de 5 puestos de atención al cliente, 298 apartados postales y 238 metros cuadrados y un “Rincón del coleccionista”, donde están expuestos los libros de Filatelia, las últimas emisiones de sellos y un vistoso muestrario de merchandising postal, con miniaturas de buzones, furgonetas de juguete o memorias USB con motivos relacionados con el mundo del correo.
La nueva oficina está libre de barreras arquitectónicas y es totalmente accesible para personas con movilidad reducida.