La gestión del espacio aéreo de Europa se complica. Cambios normativos, fuertes regulaciones, los cambios que pueda suponer el Brexit y la previsión de un aumento de vuelos como cada verano ha obligado a tomar medidas. Una de ellas ha sido aumentar la plantilla de controladores aéreos.
Según fuentes de ENAIRE habrá 11 nuevos miembros del Centro de Control de Baleares (que gestiona también el espacio aéreo menorquín) además de un nuevo controlador en la Torre de Control de Son Sant Joan. Mientras que por un lado se atiende a la pérdida de efectivos por la jubilación de éstos, también se refuerza el equipo humano de cara al que se espera un verano difícil.
Según explicó esta semana el director de la red ENAIRE José Luis Meler en Radio Menorca, otros condicionantes entran en juego; las peculiaridades de restricciones en países como Alemania o Francia están obligando a derivar muchos vuelos comerciales a otros espacios aéreos, lo que implica que la empresa española se ha ofrecido a ayudar a resolver las puntas de trabajo.
Con ratios que elevan la media de vuelos diarios a 160, el objetivo es descongestionar el cielo y evitar en lo posible demoras.
