El Pi ha decidido no presentarse en las próximas elecciones generales del 10 de noviembre por falta de recursos del propio partido. Así lo decidió la asamblea del partido por siete votos a favor de concurrir el 10-N, catorce en contra y cuatro abstenciones.
La principal razón de este decisión es la económica. Al no conseguir representación en las últimas elecciones los afiliados tienen que pagar de su bolsillo el coste de la campaña que ronda entre los 50.000 y 70.000 euros. “Somos una economía familiar. Si no se logran cargos electos no hay un retorno del dinero invertido por lo que son nuestros afiliados y la formación quien debe sostener la campaña electoral” expuso Font.
Cabe recordar que el PI gastó en las elecciones de abril unos 70.000 euros que le valieron 12.000 votos por lo que se quedó sin representación en las Cortes.
Jaume Font lamentó que estas nueva selecciones sólo favorezcan los intereses del bipartidismo y señaló que no sabe lo que votarán sus afiliados en la próxima cita electoral aunque apuntó la posibilidad de la abstención.