Hasta ahora nunca había seguido tan de cerca las elecciones americanas. Este extraño 2020 he comprendido que no son dos partidos los que se enfrentan por obtener el poder sino dos formas muy diferentes de entender el mundo, con poderosos argumentos económicos a sus espaldas para intentar llevarse el gato al agua. Como partes del mundo occidental, nos afectará el modelo que se imponga.
Sin conocerse aún quien será presidente los próximos cuatro años, la mayoría de medios y dirigentes del resto de países se han apresurado a dar la enhorabuena a Biden y a tachar a Trump de mal perdedor por no aceptar su victoria. Sin embargo, Trump acusa a Biden de haber cometido fraude electoral.
Quise entender mejor en qué se basaban esas acusaciones y el jueves por la noche seguí con interés la comparecencia de los abogados de Trump, en la que anunciaban medidas judiciales sobre lo que, de ser cierto, sería un escándalo mayor que el Watergate. Las repercusiones de que se dé lo que intentan demostrar serían muy convulsas, tanto a nivel interno como a nivel externo porque hay otros países involucrados.
Lo ven muy claro. Las elecciones, dicen, han sido manipuladas de manera flagrante y tienen previsto ir a la Corte Suprema con las pruebas que han recopilado estos días.
Los abogados de Trump afirman que se han destruido votos que le eran favorables, que han votado personas muertas o menores sin capacidad de voto, que se han registrado varios votos por persona o que se han manipulado votos a favor de Biden. Sobre todo, hacen alusión a un sistema informático de recuento y asignación arbitraria de votos llamado Dominion. Rudolph Giuliani, ex alcalde de Nueva York y abogado jefe ve claro quien ha financiado toda esta operación: el multimillonario George Soros. A él también le imputa los movimientos desestabilizadores que han tenido lugar estos meses atrás en Estados Unidos.
Para rastrear el fraude han liberado al Kraken, un programa informático que toma el nombre de un monstruo mitológico. El Kraken rastreó y detectó las direcciones desde donde se perpetró el hackeo y parece ser que han incautado los ordenadores que supuestamente estaban en Frankfurt (Alemania). Se dice que con soldados de élite provenientes de Afganistán y con tiroteo de por medio. De película.
Resulta que el software Dominion, según los abogados de Trump, se ha utilizado en otros países anteriormente para hacer ganar elecciones. Según dice, Dominion fue creado por Hugo Chávez para garantizarse la victoria en las elecciones.
Además, afirman tener cientos de “affidavit” o declaraciones realizadas bajo juramento que lo atestiguan. Son evidencias y no rumores que aportarían al juez. Hay que recordar que el falso testimonio está castigado con pena de prisión. En Estados Unidos, los “affidavits” tienen mucho peso a la hora de emitir veredicto.
La abogada Sidney Powell explicó la intromisión de países externos como Venezuela, Cuba y probablemente China en el resultado electoral.
Viendo el tratamiento recibido al día siguiente en la prensa nacional, no daba crédito. Ayer volví a ver la comparecencia. No sabía si hablaban de la misma rueda prensa que yo había visto. Pues sí. No había visto nunca un tratamiento tan poco riguroso de algo tan serio. Es serio si se confirman las pruebas y es serio si no se confirman, porque lo que se está poniendo en tela de juicio es la democracia, no precisamente en una república bananera. Estamos hablando de la primera potencia económica mundial. Y, de ser cierta la intromisión de la segunda potencia mundial, China, tendríamos un gran problema. Hablando de potencias, Vladimir Putin es de los pocos presidentes que está esperando a tener los resultados oficiales antes de felicitar al nuevo presidente.
Por cierto, el problema de la falsedad electoral se arreglaría registrando los votos y la identidad de los votantes sobre la blockchain. Espero que esta sea la excusa para implantarla.
Pues bien, los principales diarios españoles no escatiman en calificativos peyorativos a la hora de resumir la rueda de prensa. Basta ver la falta de rigor dando un vistazo a la foto elegida y los titulares. La mayoría resalta el problema que tuvo Giuliani con el sudor que corrió por su cara el tinte que emplea para su cabello. Es la foto elegida por casi todos. Para algún medio, lo acontecido con el tinte del pelo ha conformado el titular de la noticia, es decir, lo más destacable de todo lo que se dijo.
Tras resaltar el aspecto capilar, pasan a resumir la rueda de prensa con afirmaciones como “Trump sigue agitando el fantasma de la conspiración”, “comparecencia caótica”, “disparatada rueda de prensa”, tratando a los abogados de Trump como “palmeros habituales”, o afirmando que Trump pretende “asaltar la legitimidad del proceso electoral de Estados Unidos, tratando de forzar el sistema para ajustarlo a su descabellado mensaje de que, en realidad, es él quien ha ganado”. Mensajes cargados de subjetividad y falta de rigor.
Sinceramente, sean simpatizantes de uno u otro candidato, les invito a ver la rueda de prensa en Youtube. Juzguen ustedes. Ni fue caótica ni disparatada. Todo lo contrario, la puesta en escena, sobre todo la de las dos abogadas, fue exquisita. Otra cosa es que no guste lo que dicen.
Me pregunto si el nuevo “Ministerio de la Verdad” que quiere crear este gobierno, considerará como desinformación lo aparecido en toda la prensa nacional. De ser así, tendrían que censurar los principales diarios por no reflejar lo que ocurrió en realidad. O quizás, sería más fácil censurar esta humilde columna de opinión, hoy aportando más objetividad y menos opinión para contrarrestar el sesgo de la prensa nacional. Al fin y al cabo, dejando la verdad a un lado, sería menos gravoso para sus intereses calificar mi artículo de fake new que enfrentarse a medios poderosos.
La capacidad de invertar mentiras de Trump y los trumperos es practicamente infinita. Y también su imaginación. Esta historia de contubernio mundial es para reir un buen rato. Si no fuera porque el loco (demostrado por muchos psiquiatras) de Trump ha tenido mucho poder y todavía lo tiene. El daño que ha hecho al mundo entero es enorme.
Tu opinión no está lejos de ser cierta, está en otra galaxia que no es la vía láctea. No tienes un velo en los ojos, tienes una viga de un grosor que difícilmente verás jamás la realidad ni aunque la tengas a dos milímetros