Los empresarios del sector turístico de Menorca han pactado con la presidenta del Consell, Susana Mora, que Menorca solicite ser territorio piloto en la aplicación del pasaporte Covid “para poder dar visibilidad y mostrar la predisposición de Menorca para dar garantías de seguridad sanitaria”.
Los representantes de este sector económico se han reunido con Mora, las directoras insulares de Economía y de Turismo y la Gerente de la Fundació Foment del Turisme y les han pedido más compromiso de la administración para la reconstrucción empresarial. Los Presidentes de las Asociaciones de alojamiento, restauración, náutica, transportes, alquiler de vehículos, comercio y turismo activo integradas en PIME Menorca, han solicitado que se lleve a cabo un control estricto de entrada en aeropuerto y puertos, incluso en interislas, y reanudar la vacunación cuanto antes para poder mantener niveles sanitarios que permitan establecer corredores seguros con Francia y Reino Unido.
Han exigido también agilidad en las convocatorias y cobro de las ayudas, así como la aplicación urgente del compromiso del Govern Balear en la reducción de tributos municipales “que no se está produciendo”.
En relación a las nuevas ayudas del estado para la solvencia empresarial, PIME ha insistido después de haberlo solicitado formalmente el pasado martes, la necesidad de incorporar en la lista de actividades incluidas a aquellas actividades que han quedado fuera de ellas, como el comercio mayorista en algunos casos, las actividades de turismo activo y el sector industrial, entre otros.
El sector turístico de Menorca demanda un mayor compromiso y empatía con las empresas “por el esfuerzo que están realizando, por la delicada situación que están viviendo y por las dificultades que se plantean para iniciar la temporada manteniendo niveles sanitarios óptimos que no limiten de nuevo la apertura de los establecimientos”.
Teme el sector que “será muy difícil que la actividad empresarial se reconstruya con garantías para esta temporada si no se consigue un nivel aceptable de vacunación, un control estricto en las entradas, la flexibilización de la cláusula de garantía de ocupación y una nueva ampliación de los ERTES. La incertidumbre sobre el inicio de la temporada y sobre el comportamiento de nuestros mercados emisores junto al temor a nuevas limitaciones que puedan volver a imponerse, no permiten que las empresas planifiquen con seguridad las aperturas de los establecimientos”.