¿Quién dijo que las criptomonedas no sirven para nada o que solo sirven para especular? Muchas de ellas no tienen utilidad real alguna. Otras sí han venido a cambiar la economía y la forma de hacer negocios.
Las memecoin son aquellas monedas o tokens que viven de la imagen y el marketing, cuya utilidad es nula, pero tienen una comunidad muy fuerte detrás que no para de apoyarlas y auparlas. Dogecoin (Doge) ha sido la primera y ha hecho millonarios a muchos jóvenes en los tres últimos meses. Su principal activo son los tuits de Elon Musk dándole soporte. Nada más. Aunque parece que últimamente están perdiendo algo de fuerza.
Al albur de Doge han salido otras memecoins. La más conocida es la autodenominada “asesina de Doge”, Shibacoin (Shiba), una moneda que está restando protagonismo a la anterior. Shiba Inu es la raza de perro japonesa que sirve como imagen de Dogecoin.
Hay tantas monedas en circulación de Shiba que su precio son céntimos de céntimos de dólar. Con 100 dólares se pueden comprar millones de ellas y dan una falsa sensación de riqueza. Su planteamiento ha sido tan original que, en sus inicios, los fundadores de Shiba donaron la mitad de sus los billones de monedas en circulación a Vitalik Buterin, cofundador de la segunda moneda con mayor capitalización del momento, Ether de la red Ethereum. Ese extraño acto lo hicieron pensando que tenía tanta riqueza que no las iba a tocar nunca y así el valor de la otra mitad sería mayor, por aquello de la inflación.
Tras el crecimiento exponencial de la cotización de Shiba wl fin de semana pasado, el cofundador de Ethereum ha sorprendido a todos donando esta semana a una asociación de India más de mil millones de dólares en los Shibas que le habían regalado. Otra parte de ellos los vendió hundiendo el precio un 36%, generando incertidumbre entre la comunidad que pensaban que nunca se iban a tocar esas monedas. Vitalik Buterin, solo se ha deshecho del 5% y casi la hunde. Aún dispone del 45%.
La versión oficial de esa donación es que se da a India para ayudar a erradicar el virus. Yo más bien creo que ha sido una campaña a varias bandas. Por un lado, el cofundador de Ethereum, en un acto de megalomanía ha querido restar protagonismo a Elon Musk como mayor influencer en el ecosistema cripto. Además, ha hecho promoción de su blockchain en ese país y, de rebote, de Shiba.
Y lo que es más importante, con semejante donación intentará hacer cambiar de opinión al gobierno indio que ha prohibido el uso de las criptomonedas en su país, castigando a los que las posean. Siendo India el segundo país más poblado del mundo con una población muy activa en el comercio de este tipo de activos digitales, se presenta como un mercado atractivo. Además, sería un precedente para otros países que pudieran seguirle.
A partir de ahora, los habitantes de India verán a Vitalik como un héroe por luchar contra el virus con tantos recursos. Más aún si logra convencer a su gobierno de que recapacite sobre la prohibición de comerciar con criptomonedas. La red Ethereum irá ganando terreno entre los más de mil trescientos millones de habitantes de India en un momento dulce en el que la dominancia de su moneda Ether va comiendo terreno a la de bitcoin (BTC). Encima, la campaña le ha salido gratis.
Lo cierto es que aunque ustedes no lo crean, se ha demostrado que hasta una criptomoneda meme o memecoin puede tener una gran utilidad aunque sea social y no tecnológica. Esta entrega de Shibas ha supuesto la mayor donación que ha recibido India para causas benéficas.
Siempre quedará vinculado el nombre de la criptomoneda Shiba a la erradicación de la Covid. Qué mayor utilidad que luchar por acabar una enfermedad que hace estragos en un país tan pobre. A pesar del susto inicial por la tremenda pérdida de valor de sus carteras, la comunidad Shiba está de enhorabuena. Las memecoins viven de la imagen que transmiten y de lo simpáticas que caen. A Doge, el rey de las memecoins le ha salido una seria competidora.