Por si a alguien se le había escapado, internet se mueve por las reglas del mercado de la oferta y la demanda. Tanto es así, que se han llegado a vender objetos o conceptos del todo inimaginables.
El caso de una chica que quiso pagar su estudios universitarios ofreciendo por internet su virginidad fue un caso que dio la vuelta al mundo y que abrió un debate de qué se podía ofrecer y no en la red global. El caso de Carys Copestake no es único en su rango.
Comprar un riñón por internet es ilegal hoy, pero no lo era aún cuando a alguien se le ocurrió lucrarse con sus propios órganos.
Para los más temerosos, en internet se ha llegado a vender un equipo completo para matar vampiros. No, no nos referimos a mosquitos si no a un pack con flechas de puntas de plata, una estaca de la mejor madera, un libro de oraciones, un crucifijo, agua bendita y otra serie de lindeces que quieran dormir tranquilos.
Por algún motivo extraño, la capacidad de motivar la imaginación del respetable es una fuente de ingresos nada despreciable. Un ejemplo es el de aquella persona que coge cualquier objeto y dice “mira, se parece a…”. Con esta técnica, hubo quien vendió un snack tipo Dorito porque se parecía al sombrero del papa. Y otro hizo lo propio con un copo de cereal de desayuno porque decía que se parecía al estado de Virginia.
En la serie de “lo ha tocado” tal o cual estrella (de Hollywood o del mundo de la canción) podemos encontrar todo tipo de cosas. Un chicle (usado) de Britney Spears se subastó por 14.000 dólares y un trozo de pan que dejó Justin Timberlake tras no acabar su desayuno en un restaurante tuvo ofertas de seis cifras entre los hambrientos fans de internet. Ropa usada también tiene un capítulo aparte. La ropa interior de las estrellas tienen un precio de salida que solo pueden pagar los más obsesionados.
La lista de cosas que puedes hacer para conseguir dinero en internet pueden llevar, de hecho así ha pasado ya, a que alguien se tatúe en la cara una marca publicitaria a cambio de una suma considerable de dinero.
De una manera más pragmática, las mentes pensantes que intentan estrujar las posibilidades de internet como una máquina de hacer dinero, han recomendado vender mascarillas (algo que al parecer tiene los días contados en algunos lugares del globo), prendas de vestir o complementos personalizables como camisetas (por ser algo que es fácil de estampar, customizar y personalizar a poco coste), vender tecnología (no cualquiera, funcionan especialmente bien los accesorios para teléfonos móviles o los smartwatches), juguetes coleccionables, ropa deportiva, obras de arte originales o posters, joyas, …
Denle una vuelta a lo que tienen cerca. Seguro que alguien en el mundo daría lo que fuera (o una buena suma) por tenerlo.