El programa europeo de rehabilitación energética del parque residencial privado Regenerate, ya tiene un punto de partida. El Consell ha creado unas oficinas para atender a la ciudadanía y acompañarles en la solicitud de ayudas para mejorar aspectos como el aislamiento térmico y la eficiencia energética de sus casas.
Es Mercadal, Maó, Alaior y Sant Lluís ya han recibido ayudas en el marco de las convocatorias oficiales y eso se completará con acciones como Regenerate. Se nota un cierto repunte de las reformas según los datos de las licencias de obra que se piden a los ayuntamientos. En 2018, el IME calculó a través de las Directrius Estratégiques de Menorca (DEM) que más del 77% de los edificios de Menorca tenían una calificación energética entre F y G (las más bajas).
En 2020 se redactó el estudio Urban Zeb que contabilizó en Menorca 57.971 unidades residenciales (hogares) de los que el 91% estaban en parcelas urbanas. El resto (9%) en rústico. El estudio clasificó el parque residencial en 12 clústers y 54 segmentos identificando los diferentes sistemas constructivos, el tipo de propiedad, configuración, año de construcción y otros parámetros. El análisis de los datos y simulaciones llevadas a cabo permiten deducir que un total de 50.051 viviendas presentan deficiencias a nivel del comportamiento térmico. De éstas, 29.851 requieren algún tipo de actuación en un breve plazo de tiempo para ofrecer un nivel aceptable de aislamiento térmico, instalaciones eficientes y accesibilidad adaptada a las necesidades de sus ocupantes.
Desde Europa aportan fondos para la puesta en marcha de este programa de ayudas como vía de financiación finalista. El criterio europeo es que si la instauración del programa de ayudas demuestra que se movilizan al menos 15 euros por euro invertido, se seguirá aportando ayuda hasta una cuantía de 6 millones de euros en cuatro años.
Desde el 1 de junio de 2013, en España es obligatorio que todas las viviendas que estén en venta o alquiler dispongan de un certificado energético que va de la G a la A, la G de gasto y la A de ahorro. El ahorro es sustancial, entre una cualificación A y G, hay una diferencia del 90% en consumos de luz y gas. Uno de los puntos clave para obtener una certificación u otra es el aislamiento de la vivienda. No se trata solo de si la ventana cierra bien o no, se valora cómo es la producción de agua caliente o qué sistemas de climatización tiene la vivienda.
Un aislamiento deficiente hace que perdamos aire frío en verano y caliente en verano. Casi el 30% de la energía se pierde a través de ventanas, puertas, techos y paredes, por eso es importante invertir en ventanas con doble acristalamiento y cierre hermético.