Por un lado tenemos la tradición, por el otro la voluntad de hacer algo que no sea lo de todos los días y finalmente el presupuesto. A la hora de confeccionar un menú navideño (Nochebuena o Navidad) hay la costumbre de escoger entre los platos principales, los asados de carne (sobre todo cordero, cochinillo o ternasco y si es posible preparados al calor de un horno de leña) y los pescados como el besugo o la lubina al horno. También está el capón o pavo. Aunque es probable que no sea algo que tengamos muy a mano ni muy al alcance del bolsillo. Además, no es algo que cocinemos todos los días.
Una solución resolutiva para tenerlo en la mesa pese a estos impedimentos es contar con un establecimiento de comidas preparadas que nos lo prepare. Otra solución que se va fomentando es la de aprovechar las preparaciones que supermercados o grandes superficies tienen para estos casos. Aunque hablemos de productos más caros que la media, lo cierto es que la comodidad de encontrarlos en la sección de congelados a medio preparar es una gran ayuda. Por su parte, los comercios de la isla que aceptaban encargos hasta hace unos días ponen a disposición del público una solución fácil y limpia, con precios que se ajustan a casi todos los bolsillos.
Un pavo relleno para 6 personas no es difícil de cocinar pero requiere como poco unas 4 horas metidos en la cocina. Un pollo (que no pavo) no será tan glamuroso pero es una opción mucho más económica.
Para entender un menú navideño tenemos que ir un paso más allá de los simples entremeses. Algo que no es difícil si combinamos la imaginación con lo que tengamos en la nevera. Aguacates o pimientos rellenos de gambas es un plato a priori sencillo de elaborar y que se puede complementar con bandejas de tostas con salmón, embutidos varios y unas ensaladas. Las ensaladas dan mucho juego porque nos permiten incorporar ingredientes (los que tengamos y los que le den notas de color y sabor a estos entrantes). Quizás tengamos a algunos comensales que sean vegetarianos. Tenemos que tener en cuenta este aspecto para que disfruten de opciones en la mesa.
La sopa de Navidad, con pasta (galets) es sencilla y resolutiva. Como lo será cualquier caldo que cumpla con el requisito de dar un plato de cuchara, ideal para el invierno. La sopa, caldo o consomé lo podemos hacer con los ingredientes que dispongamos y sin que se nos dispare el presupuesto.
Aunque enfocamos mucho en el plato principal, sería bueno que sorprendas en el acompañamiento, que puede conseguir un buen efecto. Aporta quinoa o mijo en forma de ensalada. También puedes utilizar una buena salsa mahonesa (hecha por tí y producto muy menorquín) para acompañar patatas asadas.
Los postres tienen su relevancia. El turrón de almendra sigue siendo el auténtico en Navidad y conviene no dejarlo de lado aunque de nuevo nos encontramos aquí con multitud de alternativas que hacen más amplia la horquilla del precio, con lo que podemos acogernos a lo que podemos o queremos para cerrar el menú.
