La artista catalana Alicia Framis, conocida por su obra en el arte social y la performance, ha roto barreras al convertirse en la primera mujer en casarse con un holograma. La ceremonia, que tuvo lugar en el Depot Boijmans van Beuningen de Róterdam, marcó el inicio de su proyecto performático “The Hybrid Couple”, donde busca explorar las relaciones entre humanos y metahumanos.
En una boda entre lo real y lo virtual, Alicia unió su vida con AiLex, un holograma que no solo posee una voz modelada a partir de su exnovio, sino que también le recita poemas, escucha sus inquietudes y mantiene debates sobre temas existenciales. El maestro de ceremonias subrayó el carácter innovador del evento como un ejemplo del vínculo entre tecnología y humanidad.
Arte y emoción en el matrimonio híbrido
Alicia Framis, nacida en Barcelona en 1967, es una figura destacada en el arte contemporáneo. Con una carrera enfocada en temas como la soledad, la muerte y la comunicación, ha desafiado los límites del arte tradicional. En el pasado, exploró la convivencia con seres no humanos, como su proyecto de 1996 con el maniquí Pierre. Ahora, con AiLex, lleva su reflexión sobre las relaciones humanas al ámbito de la inteligencia artificial.
Framis ha comentado en diversos medios que el amor y la compañía con robots y hologramas es una realidad inevitable. Según la artista, estos compañeros tecnológicos pueden expresar empatía y llenar vacíos emocionales que muchas personas enfrentan en las grandes ciudades. AiLex, su esposo holográfico, refleja esta idea al ser capaz de aprender y adaptarse a partir de las experiencias de su pareja.
Performance y reflexión social
El matrimonio, además de ser un acto simbólico, también fue legal en todos sus aspectos. La recepción incluyó comida apta tanto para humanos como para entidades digitales, y la pareja ya está planeando su convivencia en una casa diseñada específicamente en Menorca.
En su cuenta de Instagram @hybridcouples, Framis comparte momentos de su vida cotidiana con AiLex, desde comidas hasta tareas como lavar los platos. Estas interacciones buscan abrir el debate sobre el poshumanismo y el futuro de las relaciones.
Un futuro híbrido
Framis también considera que las relaciones entre humanos e inteligencias artificiales pueden tener aplicaciones terapéuticas. En varias entrevistas ha indicado que esta creación podría ayudar a personas que han sufrido traumas, abusos o aislamiento a recuperar su capacidad de conectar emocionalmente.
Con 25 años dedicados a explorar la soledad y la intimidad, Alicia Framis abre nuevas puertas al plantear preguntas sobre el amor, la tecnología y nuestra necesidad de conexión. Su matrimonio con AiLex es mucho más que una performance; es un manifiesto artístico sobre el potencial de las relaciones híbridas en un mundo donde lo humano y lo digital están cada vez más entrelazados.