Maó vive con intensidad la segunda jornada de las fiestas de la Virgen de Gracia, en el año de conmemoración del 125 aniversario de su instauración. Desde bien temprano, mahoneses y visitantes han tomado las calles para disfrutar de los caballos y el buen ambiente.
Los retrasos, provocados por la multitudinaria ‘qualcada’, con casi 150 ‘caixers’ y ‘cavallers’, no han sido obstáculo para que los protocolos se hayan ido cumpliendo. Con expectación se ha vivido el ‘replec’ matinal y la salida del pasacalle, con devoción la incorporación de la imagen de la Virgen a la comitiva y la ‘Missa de Caixers’.
Y con muchas ganas, el jaleo que, amenizado por la Banda de Es Migjorn se ha prolongado hasta primera hora de la tarde, y que tiene ahora en la entrega de las cañas verdes su epílogo, a la espera, eso sí, de que llegue el ‘Volem vi’, la samba y les ‘corregudes’