En el último artículo publicado en su web abogan por pasar a la acción ya que "mientras la pesca recreativa sube, la profesional baja" y creen que hace falta "liderazgo e iniciativa":
- ¿Por qué el sector se moviliza rápidamente para reclamar soluciones urgentes en la subida de precio del gasóleo, pero no pide también ayudas para descarbonizar la flota, hacerla menos vulnerable y garantizar su futuro a largo plazo?
- Las puertas flotantes en barcas arrastreras permiten reducir el consumo de gasóleo un 30 % –entre 150 y 250 € por día de pesca, equivalentes a unos 36.000 €/año por embarcación y más de 1 millón de euros para toda la flota. El coste de la inversión por las 30 barques de bou que hay en Baleares sería de unos 2'5-3 millones de euros, una inversión que en menos de 3 años ya se habría recuperado.
Estas son algunas de sus propuestas porque creen que "a pesar de todas las dificultades, el sector pesquero tiene muchísimo a favor. Hay menos barcas y, por lo tanto, menos competencia; hay una fuerte demanda de producto fresco y de excelente calidad; y una nueva ley de Turismo que obliga a los establecimientos a diferenciar entre pescado local e importado. Todo ello supone una plataforma excelente para mejorar notablemente el rendimiento económico del sector pesquero balear; un sector que, si quiere, tiene un futuro prometedor, pero se lo tiene que creer y actuar en consecuencia. Ha llegado la hora de dar pasos valientes".
