Crean una asociación contra la "situación abusiva" del varadero de Maó

Los dueños de pequeñas embarcaciones del puerto de Maó han creado una asociación para oponerse a la nueva normativa que rige en el varadero del puerto. El nuevo ente asegura  en un manifiesto que "se ha creado cómo reacción y defensa ante una situación que consideramos abusiva. Los asociados somos patrones y propietarios de pequeños barcos que reivindicamos el uso del varadero de Maó para el cuidado de estos por nosotros mismos".
Afirman que "el varadero es un bien de dominio público que, sin tener en cuenta la compleja realidad social, cultural y económica ni a los distintos agentes sociales locales, está en trámites de quedar en manos de una sola empresa privada que controlará, en régimen de práctico monopolio, la totalidad de los trabajos de mantenimiento de embarcaciones imponiendo sus reglas y sus tarifas".
El principal foco de conflicto es que ahora se impide a estos propietarios de pequeñas embarcaciones poder realizar tareas de mantenimiento en la zona. Se les obliga a contratar personal especializado de las empresas que forman la UTE que gestiona la grúa  para desarrollar labores que hasta ahora hacían ellos mismos como rascar y pintar.
Desde Autoritat Portuària de Balears se pretende profesionalizar estas tareas. También se esgrime la normativa europea de seguridad laboral y de residuos tóxicos. Se apunta que deben ser especialistas quienes se encarguen de estos trabajos para evitar accidentes y vertidos al mar.
La réplica de la asociación es que se trata de normativas vigentes desde hace años y "ahora se acuerdan de aplicarlas". También lamentan el incremento de tarifas experimentado para cualquier labor.
Critican además que no han tenido acceso al documento de adjudicación de la gestión del varadero por parte de Autoritat Portuària. "Algo que va contra las políticas de transparencia que todo el mundo pregona" señalan desde la asociación.
Las soluciones a este problema podrían venir por dos lados. Por uno está la explanada que APB tiene junto a la central de Endesa y que se podría dejar para pequeñas tareas de mantenimiento de los propietarios. Por otro esta la opción de un seguro que asumirían estos dueños de naves de recreo para poder trabajar como antes en el varadero. Hay pendiente una reunión entre las partes en conflicto para acercar posturas.