Este lunes 1 de abril entra en vigor la ampliación a ocho semanas de los permisos servicios de paternidad (frente a las cinco que venían disfrutándose hasta ahora).
Las dos primeras
semanas deberán disfrutarse de forma ininterrumpida desde el parto y
las seis restantes podrán disfrutarse desde que finalizan esas dos
semanas hasta que el hijo cumpla doce meses (y podrá hacerse de manera
interrumpida).
Se trata de un permiso retribuido al 100% y que no puede cederse a la madre.
Sin embargo, la continuidad del Real Decreto depende de su
convalidación –o no- por la Diputación Permanente del Congreso-, cuya
próxima reunión tendrá lugar el 3 de abril.
Cabe recordar que el tiempo de permiso del que disfrutarán los padres irá en aumento con el tiempo (a
doce semanas en 2020 y a dieciséis semanas en 2021) y que la medida
tendrá unos costes económicos tanto para el Estado como para los
empresarios.
Así, en este 2019 la medida supondrá un gasto para
el Estado de 226 millones y de 53 para las empresas; en 2020, supondrán
705 millones más anuales para el Estado y 166 para los empresarios y en
2021, las cifras alcanzarán los 1.107 millones para el Estado y 261
millones para las empresas.
