Es el segundo caso en un mes en el que se encuentran tortugas marinas heridas en la costa de Menorca afectadas por los plásticos que hay en el mar. A finales de agosto de este año, llegó un aviso de una tortuga en Es Freus de la Mola de Maó. Los trabajadores del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Menorca que se desplazaron hasta el lugar se encontraron con un ejemplar joven con una cuerda de plástico alrededor de la aleta anterior. Hacía tanto tiempo que la cuerda estaba enredada en la aleta, que la sangre había dejado de circular y le tuvieron que amputar la extremidad.
Una de las funciones del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre es la de recuperar las tortugas marinas que se encuentran heridas en el litoral. Tras un examen preliminar y unas primeras curas, se envían al centro Palma Aquarium en Mallorca (gestionado por el COFIB) donde tienen unas instalaciones y un equipo técnico especializado en este tipo de animales marinos y donde se trató a ambas tortugas.
El GOB destaca que "estos dos casos no son una excepción, cada año mueren más de 100.000 mamíferos marinos y tortugas por culpa de los plásticos. Los animales difícilmente pueden diferenciar entre una bolsa, un vaso o una envoltura de plástico de una medusa, un calamar o un pez. Como se ha podido comprobar con el caso de la tortuga del Arenal d'en Castell, el plástico que ingieren por error, termina adhiriéndose a las paredes del aparato digestivo y provocando obstrucciones intestinales graves".
Recuerdan que cada año llegan más de 8 millones de toneladas de plástico al mar, por esto recuerdan la necesidad "de hacer un cambio en nuestros hábitos de consumo hacia el plástico de un solo uso".
