Los datos del Instituto Nacional de Estadística apuntan que en el último lustro se llevaron a cabo casi medio millón de ejecuciones hipotecarias de las que 270.000 fueron viviendas. Esto repercute en herencias envenenadas, que arrastran cargas y que generan muchos problemas financieros a quienes las reciben. El perfil medio de fallecidos por la pandemia es el que corresponde a gente mayor que, en muchos casos, no ha dejado testamento y que ha dado más trabajo a los despachos de abogados que afrontan la gestión de disputas familiares por este tipo de situaciones.
La irrupción del COVID ha provocado que muchas muertes se hayan producido sin tiempo a definir criterios de herencia a través de un testamento. El artículo 657 del Código Civil estipula que heredan los hijos y descendientes, padres y ascendentes, cónyuge, hermanos e hijos de hermanos y resto de parientes hasta cuarto grado, por este orden. Al final de esta lista está el Estado.
La fiscalidad de las herencias es también un tema que se presenta complejo. El impuesto de sucesiones y donaciones es un agravio para quien lega como para quien lo recibe, así como la plusvalía municipal. Gastos que tendrán que asumir los herederos al recibir el patrimonio que les toca. Muchas familias deben rehusar de ese patrimonio si no pueden hacer frente a estos impuestos.
Para facilitar el traspaso en unas condiciones menos lesivas para la economía corriente del perceptor, los impuestos se pueden fraccionar durante un plazo limitado de meses.
Aunque hay muchos gastos que pueden surgir, tales como los del fallecimiento del individuo, los pleitos y otros, también es cierto que muchos de ellos desgravan en la declaración de la renta.
En estos días de abril tan dedicado a los libros, el abogado Abel Marín, ha publicado Protege tu herencia. En este libro plantea preguntas como ¿Por qué es tan importante hacer testamento? o ¿Cuántos impuestos tendrán que pagar los herederos?
La herencia de la pandemia
