Desde el centro Elisabet Nails, en Maó, trabaja sobre la piel del cliente con un método que, en el caso de los tatuajes, pulveriza la tinta "en lugar de triturarla como se hacía antes", expone Abril. "Es mucho más rápido; si antes para eliminar un tatuaje de 5 centímetros podías estar media hora, con el láser de picosegundos de Laserluz lo puedes hacer en 5 minutos por sesión".
"Para eliminar el tattoo hacen falta unas 6-8 sesiones de media. Depende de cada persona y del tatuaje. Si es más antiguo, es más fácil eliminarlo".
Antonio Abril, un emprendedor andaluz que lleva más de 30 años en la Isla, tuvo la idea de iniciar esta actividad porque "vi que en Menorca no había ningún centro especializado en eliminar tatuajes. Me fui a Madrid, pedí información, compré la máquina y realicé la formación".
Apunta que antes de actuar en la piel del cliente "veo si es apto o no. No corremos riesgos. No puede estar tomando medicamentos fotosensibles. Si hay alguna duda prefiero que vayan antes al dermatólogo".
"Es normal que a la gente le de miedo o algo de reparo al principio. Por eso hago una pequeña prueba en la piel para que vea que no pasa nada; el dolor es similar al de un tatuaje, luego ya depende del umbral del dolor de cada uno".
El láser actúa fragmentando las partículas de pigmento en partículas de tamaño mucho más pequeño, que permiten que el organismo las reabsorba y las elimine posteriormente a través del drenaje linfático: "Muchos me preguntan si deja marca y eso depende de lo bien que se lo cuide la persona. Al final del proceso queda una cicatriz que la piel regenera con un buen y sencillo tratamiento con cremas hidratantes".
En el centro también se puede hacer un peeling láser con carbón activo, también llamado Hollywood Peel, ya que se ha popularizado entre los famosos de Hollywood. Se trata de un "tratamiento que elimina la última capa de piel muerta, permitiendo una mejor regeneración y consiguiendo una luminosidad y suavidad en la piel".