Menorca, la isla conocida por sus playas de ensueño, está lidiando con un problema ambiental grave: las colillas de tabaco. Según un estudio reciente de Rezero y Per la Mar Viva, las playas de Menorca albergan un número alarmante de estos residuos, lo que supone una amenaza significativa para los ecosistemas marinos.
El estudio, liderado por Roser Badia, coordinadora de Rezero en las Islas Baleares, y Carlos Salord, presidente de Per la Mar Viva, encontró que en 2022 se generaron 118 millones de colillas en Menorca, lo que representa casi 38 toneladas. De esta cantidad, un 70% se tiró al suelo, contaminando tanto los entornos urbanos como naturales.
Este hecho no solo tiene un impacto negativo en el medio ambiente, sino que también supone una considerable carga económica para los ayuntamientos. Según el informe, el costo de limpiar las playas de Menorca puede llegar hasta los 900.000€ anuales, y se estima que las colillas representan un 65% de los residuos en las playas, lo que supone un gasto de hasta 585.000€ anuales
La investigación también señala que las playas son una de las zonas más afectadas, a pesar de las medidas de limpieza implementadas. Según Salord, es crucial que se tomen medidas más efectivas para prevenir el vertido de colillas, como la reducción o limitación del consumo de tabaco en las playas.
Este estudio pone de manifiesto la necesidad de concienciar a la población sobre el problema y de implementar políticas más sólidas para su solución. Badia apunta que, pese a ser residuos 100% de plástico, las colillas no son percibidas como tal por los fumadores y su abandono está socialmente aceptado.
Las conclusiones del estudio llevan a los investigadores a insistir en la implementación de la responsabilidad ampliada del productor (RAP) en la Ley de Residuos y Suelos Contaminados. Según esta propuesta, las empresas tabacaleras deberían asumir parte del costo de la gestión de las colillas, aliviando la carga económica sobre los ayuntamientos.
En Menorca, solo cinco playas están adheridas al programa "Playas sin humo". Sin embargo, la isla cuenta con 136 playas, calas y zonas de baño, 106 de ellas vírgenes, por lo que existe un gran potencial para proteger estos espacios de los residuos del tabaco.
En palabras de Badia, "esperamos que el Real Decreto en fase de aprobación sobre la gestión de los residuos de tabaco incorpore estas medidas para mitigar el impacto ambiental de las colillas en la isla".
Las colillas en Menorca: Un problema de 38 toneladas
