No es una situación nueva, pero este verano se ha acentuado. Las personas que trabajan en la limpieza de habitaciones de hotel, en su mayoría mujeres, sufren unas condiciones laborales de presión y exigencia que no se corresponde con lo que perciben por el trabajo que desarrollan.
Por eso han querido explicar en voz alta sus reivindicaciones que pasan por luchar contra la externalización. Esto precariza aún más sus retribuciones y resta seguridad a sus puestos de trabajo.
En otro sentido cabe destacar que el esfuerzo que supone trabajar como camarera de piso debe ser considerado para acortar la edad de jubilación.
Tampoco se reconocen actualmente algunas enfermedades profesionales que relacionan con el servicio que prestan.
Aunque existe un convenio colectivo, se quejan de que muchas empresas no cumplen con lo que marca ni tan solo la legislación vigente, aprovechándose del miedo de muchas kellys a la pérdida de su puesto de trabajo.
Algunas formaciones políticas como Esquerra de Menorca se han postulado a favor de participar de la concentración para dar soporte a sus reivindicaciones, puesto que entienden atender lo que piden equivale a un turismo que revierte sobre sus trabajadores.
Las Kellys (camareras de piso) alzan su voz en Ciutadella
