En su primer año de funcionamiento el Servicio de Radioterapia del Hospital Mateu Orfila ha atendido un total de 206 personas adultas que han evitado desplazarse a Mallorca para recibir tratamiento. Se trata de un balance muy positivo en tanto que las cifras superan con creces las previsiones iniciales, que situaban entre 100 y 120 el número de pacientes anuales.
Debido a este incremento de la actividad, el servicio ha ampliado su horario, aunque el equipo sigue siendo el mismo:
– Una doctora especialista en radioterapia oncológica
– Una física especialista en radiofísica hospitalaria
– Dos técnicos de radioterapia
– Un técnico de radioterapia y radiodiagnóstico
– Una enfermera
Dotado con equipos de última generación, durante este primer año del servicio se han puesto en marcha las técnicas más actuales de radioterapia como, por ejemplo, la radioterapia de intensidad modulada (IMRT), la arcoteràpia volumétrica de intensidad modulada (VMAT) y tratamientos de mama en posición prono, consiguiendo mayores beneficios en tanto que disminuye la dosis de radiación que reciben los órganos en riesgo; aumentando la seguridad del tratamiento y mejorando el confort del paciente.
La mayoría de los pacientes tratados con radioterapia son pacientes con los cánceres más frecuentes: el de próstata (28%) y de mama (24%). También se han tratado pacientes de otorrinolaringología (5%), con cáncer de recto (4%), pulmón (4%), o ginecológicos (2%) entre otros, porque el perfil es muy variado. Un 22% de los tratamientos han sido paliativos. Las edades, por otra parte, van de los 35 a los 85 años.
La puesta en marcha del servicio ha tenido una incidencia muy positiva en la calidad de vida de los pacientes tratados y de sus familiares. Gracias a que pueden realizar el tratamiento de radioterapia en Menorca, los pacientes más jóvenes han podido continuar con su actividad laboral normal —cosa que no habría sido posible si se hubieran tenido que trasladar para hacer el tratamiento—, así como minimizar el impacto en la organización familiar (madres y padres que podían acompañar a sus hijos a la escuela o a las actividad extraescolares, personas que han podido seguir cuidando de los suyos mayores, etcétera).
Los pacientes más ancianos han podido permanecer en su hogar mientras han hecho tratamiento y han podido acudir cada día a radioterapia del Hospital acompañados de sus familiares o en transporte sanitario colectivo, cosa que también contribuye a disminuir el impacto que tiene la enfermedad en el ámbito familiar.
También se han beneficiado del servicio pacientes frágiles en situación paliativa que, gracias a contar con un servicio de radioterapia en la isla, han podido hacer un tratamiento para mejorar síntomas como dolor o sangrado a causa del tumor que, de otro manera, por su fragilidad no habrían podido trasladarse a Palma para hacer este tipo de tratamiento.