El tratamiento por alcoholemia fue el más demandado en la Unidad de Conductas Adictivas del Consell Insular. Así consta en la memoria de 2020 de este departamento que se ha presentado este jueves. El alcohol, con un 34% de los tratamientos realizados, aparece como la sustancia que más afecta a los isleños. Le siguen, por este orden, la cocaína (32%), el cannabis (14%) y los opiáceos (14%). Las adicciones sin sustancia, como la ludopatía, se mantienen en los mismos niveles de demanda respecto al año anterior (5%) y disminuyen los tratamientos para psicofármacos (0,68%).
En total, el año pasado se atendieron a 459 personas, lo que representa 29 menos respecto a 2019. Este descenso viene marcado especialmente por el número de pacientes que han participado en sesiones informativas pasando de 59 a 27. Por otra parte, destaca el incremento de familias atendidas que pasan de 115 a 143.
Los datos de la memoria los han dado conocer la consellera de Benestar Social, Bárbara Torrent, y la responsable de la Unidad, Assumpta Monell.
2020 también destacó por el cambio de orientación del servicio que pretende ofrecer una visión más global que la simple atención a los drogodependientes, ya que ahora incluye expresamente otras conductas adictivas como el juego patológico o las nuevas tecnologías.
El objetivo principal de este servicio es la atención y orientación de las personas que viven situaciones de desequilibrio personal, familiar y social por conductas adictivas, con el fin de propiciar cambios que los conduzcan a mejorar su situación. Otro de los ejes estratégicos del servicio es fomentar la prevención de estas conductas a través de actividades como los talleres en las escuelas, así como otros materiales divulgativos.
Como ha manifestado la consellera de Benestar Social, Bárbara Torrent “es necesario trabajar y tomar conciencia de la necesidad de generar una cultura preventiva dentro de nuestra sociedad, para ir creando una más inclusiva a través de acciones que generen bienestar, salud y cambios favorables que permitan eludir materialismos, individualismos y falsas felicidades”.
Durante el 2020, también se dejó notar la Covid. Durante los meses de confinamiento la atención directa al usuario y las actividades que esta atención conlleva no se pudieron prestar hasta el mes de junio y se sustituyó por el seguimiento telefónico. El único programa con atención presencial que se mantuvo fue el programa de tratamiento de metadona.