Al igual que ocurre con los seres humanos, la vejez en los perros genera un mayor desgaste en los músculos, huesos más débiles y la aparición de diversas enfermedades asociadas al debilitamiento del sistema inmunológico. Por este motivo, es fundamental proporcionar a nuestra mascota los cuidados necesarios en esta última etapa de su vida, con la finalidad de que vivan en mejores condiciones.
Aunque ofrecer los cuidados necesarios es importante, los veterinarios coinciden que la longevidad de nuestra mascota se relaciona en gran medida con su raza, peso y tamaño. Por lo general, los perros de raza pura tienden a vivir menos años que los canes pequeños y mestizos. Esto se debe a que los perros de raza pura, al ser cruzados con miembros de su misma familia, suelen desarrollar enfermedades genéticas.
A pesar de la existencia de estos factores genéticos, el cambio en las rutinas de entrenamiento favorece la esperanza de vida de los perros adultos. A parte de esto, también será importante tener en cuenta otros aspectos:
– Cuando los perros son ancianos pierden la memoria y muchas veces desarrollan disfunción cognitiva o demencia senil. Según Andrea López Fuertes, bióloga mexicana y especialista en etología canina, los perros con esta enfermedad presentan síntomas como falta de apetito, jadeo en exceso y desorientación.
Si los síntomas se repiten de manera continua, el perro desarrollará cuadros de ansiedad, comportamiento impulsivo y, en los peores casos, escapar del hogar. Esta última situación implica que los dueños implementen en sus mascotas placas de identificación con código QR o GPS para perros incorporados con una tarjeta SIM. A través de estos sistemas, los dueños no solo sabrán el lugar exacto en el que se encuentra. También recibirán una alerta en los casos de desorientación de la mascota como consecuencia de la enfermedad.
– A medida que van cumpliendo años, los perros reducen su actividad física. Sin embargo, la práctica de ejercicio diario, aunque sea de forma moderada, es necesaria para su salud física y mental. Por ello, lo ideal es que dé paseos cortos y nunca superiores a 30 minutos. Asimismo, es preferible pasearlo durante las primeras horas de la mañana.
– Durante esta última etapa, los veterinarios recomiendan una buena higiene y limpieza para que no desarrollen enfermedades graves de piel o en su dentadura.
– Cuando el perro tiene una edad avanzada, el metabolismo tiende a ser más lento y por tanto es más fácil que aumente su peso. En ese sentido, es recomendable cambiar su alimentación por un pienso light o senior.
– Un perro anciano necesita chequeos médicos regulares. De hecho, se recomienda que lo haga cada seis meses, ya que, según su edad, raza o tamaño, es posible que sufra problemas específicos.
– Al igual que ocurre con las personas mayores, el perro anciano necesita de más efecto. Es importante mostrarse cariñoso con él y animarle a jugar para evitar la tristeza o el aislamiento del núcleo familiar.