Palma, 10 jun (EFE).- Un estudio del Govern y del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (Imedea) ha demostrado que la veda de pesca del raor, en vigor desde el año 2000 -y que va del 1 de abril al 31 de agosto-, consigue que los ejemplares sean más grandes, más resistentes y con mayor capacidad reproductiva.
El informe del Instituto de Investigación y Formación Agroalimentaria y Pesquera de las Illes Balears (IRFAP) y el Imedea demuestra la eficacia de la veda del raor (Xyrichtys novacula) en la recuperación de esta especie en aguas de Baleares, ha indicado la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural.
El equipo investigador ha comparado los datos biológicos de más de 5.000 raors en muestras recogidas antes de que se aprobara la Orden que establece la veda con muestras recogidas cuando la veda ya estaba en vigor.
Han evaluado la talla, el peso vivo, el peso del hígado y peso de las gónadas, además de diferentes parámetros morfológicos. También se han analizado los movimientos de los ejemplares de los raors dentro y fuera de las áreas marítimas protegidas, a través de transmisores y receptores, y se han hecho estudios moleculares de diversidad genética.
Con los datos analizados se ha demostrado que la veda del raor consigue que los ejemplares sean más grandes, más resistentes y con mayor capacidad reproductiva. Uno de los factores demostrados es que, gracias a esta medida, el raor cambia de sexo cuando alcanza los 18 cm, frente a los 14 cm previos a la implantación de la veda.
La investigadora del IRFAP Amàlia Grau ha señalado que “este aspecto es fundamental para la sostenibilidad del raor, ya que las hembras más grandes producen una mayor cantidad de huevos”.
En este sentido, Grau ha recordado que se trata de una especie hermafrodita secuencial (los individuos nacen hembras y, según las condiciones del entorno, algunas cambian de sexo a machos), y que la pesca recreativa solía capturar los machos mayores, lo que obligaba a las hembras a transformarse prematuramente y con un tamaño menor, reduciendo así su potencial reproductivo.
Por otro lado, Grau ha manifestado que las reservas marinas de interés pesquero “tienen un papel clave como bancos de biodiversidad genética. Al proteger una mayor diversidad genética de la especie, esta se vuelve más resiliente ante amenazas como el cambio climático, la contaminación o la sobrepesca”.
El conseller Joan Simonet ha defendido que “la gestión pesquera basada en la sostenibilidad es clave para garantizar el futuro de la biodiversidad marina y de la pesca, y esta investigación es un ejemplo”.
Ha destacado que las características del raor “lo convierten en una de las especies más apreciadas en la gastronomía del archipiélago”.