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Volver a casa por Navidad

Josep Piris Gaimundi

Muchos menorquines vuelven a casa por Navidad y son de las pocas veces que viajan a Menorca durante el año. Ya ha habido bastantes quejas de que este año los precios son especialmente caros, de los más caros que se recuerdan. Este villancico me suena.
Se ha dejado el estado del transporte aéreo de Menorca en la peor situación que se recuerda. La ruta de Madrid en monopolio por imposición, la ruta de Barcelona en monopolio a consecuencia de ello y la ruta de Palma sin soluciones a su elevado precio.
En anteriores ocasiones ya he dado mi punto de vista de la incapacidad e ineptitud del Consell y del Govern que no hacen más que vender humo sobre este tema. Esta vez voy a ir un poco más allá e intentar buscar el problema de raíz.
 
En 2012, cuando quiebra Spanair y Menorca se queda sin ruta con Madrid, se establece una OSP que opera AirNostrum/Iberia desde su inicio. Esta OSP con Madrid, provoca además que Ryanair decida cesar sus operaciones con Barcelona en temporada baja, argumentando que sin dos rutas activas en Menorca, esa base no puede mantenerse operativa. El president Bauzá reconoce que estuvieron a punto de cancelar la puesta en marcha de la OSP porque Ryanair estaba operando la ruta con Madrid tras la quiebra de Spanair. El mercado se había regulado solo, pero se decidió intervenir. Ryanair iba a dejar la ruta, decían los visionarios del Govern. Pero, ¿por qué dice el Govern que Ryanair no daba garantías y que iba a dejar la ruta? Pues porque en agosto de 2011 tenían encima de la mesa un documento donde la compañía Ryanair pedía al Govern una subvención de 5 millones de euros anuales por mantener sus operaciones en el ámbito de las Islas Baleares a cambio incrementar el tráfico aéreo en las islas, promocionarlas y atraer un mayor número de turistas. Sorprendentemente, y con buen criterio bajo mi punto de vista, el Govern se niega a este “chantaje” que en otras Comunidades Autónomas se acepta con toda normalidad. Ahí está la raíz del problema. En la España de las Comunidades Autónomas y de los aeropuertos secundarios que crecían como setas en todas las regiones, sí se aceptaron esos tipos de acuerdos. Cantabria, Galicia, las dos Castillas, Andalucía, Cataluña, Aragón, Valencia, Murcia, etc, regiones que competían entre ellas para atraer más turismo y por no quedarse atrás ni ser menos que su vecina que tenía su propio aeropuerto, pagaron desde 2008 más de 90 millones de euros. Y no solo a Ryanair, sino más compañías como Air Nostrum, Vueling o Air Berlin llegaron a acuerdos de este tipo. Desde los gobiernos regionales les dieron “alas” a las compañías para hacer este tipo de pactos chantajistas.
 
Y entonces, ¿dónde está el problema? Pues que el aeropuerto de Menorca no es secundario, debe ser considerado como principal y en temporada baja, como el resto del año, a Menorca no se puede llegar por carretera ni en tren como en todos esos lugares que he nombrado. Este despilfarro de aeropuertos secundarios por parte los gobiernos regionales, algunos sin aviones, y los chanchulleos que se traían con las aerolíneas, han generado el problema de fondo de nuestra situación en la Isla. Y qué decir de un Gobierno central que debe estar vigilante ante situaciones como esas… pues que, como habitualmente, no se enteran de nada y se creen que las islas son sitios donde viven privilegiados. Ya está bien de tanto engaño. Desde nuestras instituciones hay que transmitir la realidad menorquina y la problemática del transporte aéreo en temporada baja, cosa que ni se ha hecho bien desde aquí, ni han querido escuchar desde allí.
Se creen que los ciudadanos vamos a estar siempre a su merced, pero no se enteran que ellos son los que están a merced de los ciudadanos. Ya está bien de vendernos la España de la solidaridad y de las Autonomías, porque en realidad es la España del chanchulleo y la corrupción. El sistema valió en su momento pero está agotado. Cambiémoslo entre todos.


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