En Alaior, la creciente presencia de colonias de gatos salvajes alimentados por vecinos ha generado problemas éticos y legales. A pesar de las leyes que prohíben el maltrato y abandono de animales, los gatos callejeros sufren inanición, enfermedades y envenenamiento. La falta de responsabilidad por parte de la Administración y la ausencia de normativas específicas contribuyen al problema.
Los gatos callejeros, son animales semisalvajes que provienen de gatos domésticos abandonados. Su presencia en entornos urbanos genera problemas de salubridad, plagas, riesgos para la salud y conflictos vecinales. Aunque los Ayuntamientos tienen la responsabilidad de recoger y gestionar animales abandonados, la dificultad para adoptar a gatos asilvestrados lleva a su sacrificio en centros zoosanitarios.
La falta de regulación legal para abordar el control de colonias felinas antes de la llegada de la reciente Ley de bienestar animal había llevado a opciones éticas y efectivas como el método CES (Captura, Esterilización y Suelta). Sin embargo, las leyes municipales y autonómicas a menudo no reconocen al gato, dificultando la aplicación de este método. La nueva legislación (Ley de bienestar animal) atribuye competencias a los ayuntamientos para la esterelización pero muchos consistorios en la isla no han contemplado aún una reserva en sus presupuestos de 2024 para este fin y hay el peligro que los costes se multipliquen a la velocidad en la que crecen las colonias. Una gata puede tener una camada de seis o siete gatitos aunque ésta apenas haya llegado a un año de vida y, además, como tienen el celo varias veces al año, puede hacer que la población de gatos crezca de manera exponencial si no hay el debido control.
Desde las protectoras de animales advierten que es necesario una buena planificación para que los procesos de control de población de gatos no se convierta en un problema mayor a corto plazo. Los despachos y la aplicación de soluciones via ordenanza o por la aplicación de la nueva ley de bienestar animal pueden estar favoreciendo ya ahora que los costes futuros para la gestión de las colonias se dispare.
Hay gente alimentando a gatos callejeros, algo que por ley creo no se puede ,estos gatitos no están vacunados, desparasitados etc.
No se trata de sacrificar a los gatos, pero estas acciones provocan proliferación de animales salvajes sin ningún tipo de control.